Palpito Digital

José Muñoz Clares

UK ¿It´s OK?

Los ingleses, se dirá, son muy suyos. Y no sólo por la circulación por la izquierda sino por esa tendencia a encerrarse en su isla y mirar desde allí al continente aislado. Tienen, eso sí, unas instituciones envidiables, una bandera que invita a bajar la cabeza y un himno que ha tenido que ser censurado en su segunda estrofa para hacerlo políticamente correcto y medianamente presentable en sociedad, en la medida en que, en la más severa tradición bíblica, ppiede a Dios que se levante – igual que pedía la Inquisición: exsurge Domine – , que dispersara a sus enemigos, que los hiciera caer y, sobre todo, que frustrara sus bellacos trucos (sic) y confundiera sus políticas. Pues da la impresión de que Dios no sólo les ha concedido lo de confundir las polítcias sino que se ha vuelto irritado contra quienes le pedían tales desmanes y ahora apunta directamente al único pie que le queda sano a la que de antiguo conocimos como «la pérfida Albión». Y es que andar jugando con cosas serias tiene estas salidas inesperadas: que el que creía que iba a ganar votos contentando con un referéndum a los que no querían votarlo se ha acabado pegando un tiro en el pie – por eso le queda sólo uno sano para que le dispare Dios – que, de momento, le ha costado la dimisión. Y no deja de haberle dado un tiro en el pie bastante más grave a sus conciudadanos, con una libra esterlina que ha bajado ya un 11% y una debacle financiera que equivale a aquel sacarse dos ojos para que a otro le saquen uno. Y le ha complicado la vida, y mucho, a quienes huyeron de un clima infernal y de una tradición culinaria de colegio mayor de pobres con unas pensiones que en España les permitían sentirse ricos mientras en UK apenas dan para llegar a fin de mes. Y eso además de haberse metido en un embrollo diplomático de dos años de duración aproximada cuyas consecuencias aún no se intuyen, y de haber dado a los escoceses argumentos sobrados para pedirse un referéndum a medida y descabezar, literalmente, el mapa del Reino Unido. Y porque no me apetece seguir contando consecuencias indeseables de quien confunde el gobierno real de un país con un capítulo de juegos de tronos en el que, cosa curiosa, le acaban cortando la cabeza a un mapa y a él mismo. Un éxito, sin duda. Un éxito total el que ha alcanzado este Cameron, que ideológicamente viene a ser como Rajoy con algunos añadidos de Le Pen y Trump. En fin, que se ha cubiero de gloria el ciudadano Cameron cuyo nombre, a partir de ahora, debería ser Pirro, el que venció a Roma a costa de tales pérdidas que más le hubiera valido no plantar batalla.

El fondo ideológico de la salida de la UE tiene que ver con el cierre de la isla frente a la inmigración, sin haber calibrado adecuadamente las consecuencias colaterales que ya se están haciendo evidentes. Y no es una buena noticia en absoluto. Al contrario, que un país de la talla y valía de Reino Unido diga que toma un sendero que además de bifurcarse retrocede es una pésima noticia para quienes defendemos con cierto entusiasmo una Europa unida. Las políticas convergentes en aspectos fundamentales nos hacían más fuertes a todos y, de momento, la inquietud se extiende con efectos esperados pero más graves de lo pevisto. Las primas de riesgo han subido espectacularmente, la población inglesa residente en Europa contempla un obligado retorno a una Inglaterra empobrecida en relación con la que dejaron. Mantendrán sus singularidades, sí, a costa incluso del empobrecimiento que conlleva que un pueblo se encierre en su isla y deje pasar generaciones de endogamia a todos los niveles. Pero a nada nos conducen los lamentos, asi que habrá que pensar en el futuro para empezar a reordenar esta macroestructura. Habrá sangre, sudor y lágrimas pero más se pierden ellos. Así que a trabajar.

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

Lo más leído