Palpito Digital

José Muñoz Clares

EL DELIRIO DE ANGUITA

En frase que aprendí de F. Sabater, lo de ayer en las Cortes no fue sino un baile en Capitanía con asistencia del cuerpo diplomático: los carnets de baile estaban cerrados antes del primer vals y nadie se salió del guión aunque le hubiera tocado bailar con la más fea, asi que resultó un delucido aburrimiento amenizado por palmeros de uno y otro signo. El mayor aliciente acabó siendo el morreo soviético de Iglesias y un socio rubiales y sonriente que, como pasa con las hienas, no sabe uno de qué se ríen sabiendo lo que comen y lo que ligan. Iglesias ha vuelto a su ser asambleario y faltón, mentándole a los socialistas la cal viva y al PP hasta los muertos, rompiendo los únicos puentes que habrían permitido la evacuación de unas playas de Dunkerque en que están varados y acosados el PSOE, el PP y C´s como única esperanza ya de salir de esta cansina y carísima situación. Las playas, que suelen tener dos salidas, están en este caso taponadas en ambos extremos por Rajoy y por el propio Sánchez, que se resisten a ir al limbo del fracaso que ahora mismo sólo habita Mas, el del paso al custat con amenaza de reencarnación.
La clave, sin embargo, la hemos de buscar en Anguita, cuyo triunfo en diferido han sido los dos diputados de IU que le han dado a Garzón una sensación de triunfo que nos remite de nuevo a las hienas: ¿de qué se ríe usted, buen hombre? Pues se ríe de la estrategia lejana de la pinza y el sorpasso proyectados sobre el PSOE, lo que da cumplimiento, además, a la profecía de Rajoy en aquella noche aciaga de decencias cuestionadas: «usted no sobrevivirá a lo que ha dicho», le espetó un Rajoy crispado, y al cabo acertó, porque Sánchez se encuentra ahora que o lo entierran los suyos o lo entierra la comparsa podemita, pero lo de ser presidente se le ha ido a hacer puñetas. No habrá gobierno socialista con los mimbres que él creía ver y todo aboca a nuevas elecciones o a la gran coalición, que exige descorchar dos botellas y no precisamente para celebraciones. Debe saltar Rajoy y debe saltar Sánchez si este país se quiere dar la oportunidad de acabar con la chulería de tipos como Tardá, al que nadie, hasta ahora, le ha contestado en serio sobre sus bravuconadas, y eso que tiene donde mirarse: el espejo de Otegui. ¿Nos encarcelarán? Pues todo dependerá de lo que usted haga. Y punto. Pero con Tardá es mejor no entretenernos y dejarlo en su deriva hacia muñegote del guiñol; cada cual elige si pasar a la historia como bufón o como Durán y Lleida, y la opción de Tardá está plenamente consolidada.
Así que pinza y sorpasso, con todo lo que sabemos de los unos y de los otros. Podemos ha asomado la pata en demasiados aspectos como para que no sepamos ya que los suyos son Otegui, los presos etarras, Maduro, Chávez, 96.000 millones de euros para el concejal de festejos, quitar bustos del rey y pasear por las calles procesiones vaginales diseñadas para ofender a los que pasean Vírgenes de madera con toda su buena fe. Vamos a votar y, hasta entonces, que no le falte a Iglesias una alcachofa delante, que se explaye, que suelte todo lo que lleva dentro y acabemos con la ambigüedad que muchos recordamos cuando decía que él ni de izquierdas ni de derechas. Y tenía razón: demasiado folclore para una izquierda seria y demasiado engrudo marxistoide para una derecha civilizada, de aquellas que nos dejó dicho Oriana Fallaci que a primeros del siglo XX nos enseñaron la vía de la democracia. Y, si pudiera ser, con la alcachofa caliente podrían ir a algunos que, dentro del PP, ven claro como la luz que Rajoy debe apartarse si pretende que se aglutine la gran coalición que necesitamos para hacer frente a un nacionalismo sabiniano que se extiende como la peste y, a la vez, mandar a la escuela a los que podrán representarnos, si es que alguna vez lo hacen, cuando se hayan dejado dar un barniz de urbanidad, aquella asignatura de mi infancia que enseñaba a tratar a los mayores y a guardar compostura según el lugar en que uno estuviera. Se ha echado mucho en falta el niño con que la cada vez más vacuna Bescansa ejerció la medicinad con menores en el parlamento; a cambio nos han dado un morreo soviético que, si cunde, dará imágenes impagables del tipo Rajoy/Aznar, Sánchez/González y, ya en el colmo, Arzobispo de Toledo/General de Estado Mayor. Qué digo Europa: el mundo nos mira. Hagamos un esfuerzo para evitar la vergüenza. Que no se diga con razón que hemos dejado de ser el país serio que fuimos. Y para ello hay que acabar con el delirio de Anguita: ni pinza ni sorpasso. En nuestras manos está. Porque es eso o la emigración hasta que escampe y este país, o sus restos, retomen la senda de la cordura.

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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