Palpito Digital

José Muñoz Clares

PSánchez supera a ZP

Me acuso padre de haber votado a ZP. Fue en 2004, cuando el PP de Aznar y Acebes urdía  mentiras sobre lo de Atocha y los trenes: que lo había hecho ETA – en cuyo caso ellos ganaban las elecciones – y no los islámicos, en cuyo caso las perdían ignominiosamente. Las perdieron ignominiosamente. Y yo voté a ZP frente a un Aznar inasumible, aunque él no se presentaba a las elecciones; o sea, que acabamos votando contra el espectro de Aznarín confiando en que el PSOE no sería capaz de colarnos un desecho de tienta. A Aznar, a partir de la gran mentira, hasta los suyos empezaron a darle de lado y acabó yéndose a USA a ver si había narices a enseñarle a él  inglés. Lo peor se quedó aquí y no se demoró en dar la cara. Aquel aparatchik desconocido, heredero del partido y de las mentiras de Aznar, compareció ante los suyos a celebrar el triunfo y acabó su discurso así: «A mí esto no me va a cambiar», y ahí fue donde entendí, con las manos en la cabeza, que por no votar a los mentirosos había votado al campeón mundial de la simpleza. O sea, que un tipo que tiene acceso a los secretos de Estado, que se va a entrevistar con jefes de estado y políticos de toda condición, que va a conocer las verdaderas cloacas del poder ¿no va cambiar nada? Eso le puede pasar a la estatua ecuestre de Espartero colgándole lo que le cuelga, pero a un tipo que va a vivir todo lo dicho, no. Era dificilísimo que ocurriera pero nos pasó. Habíamos aupado, huyendo de Aznar y los suyos, al peor presidente del gobierno que cabía imaginar entonces. Y así nos fue.

Cayó al fin ZP, el que no veía la crisis, el que nació para descubrirnos que la tierra es del viento, y esperábamos que aquel partido que algún día fue el PSOE hubiera aprendido la lección y no volviera a encumbrar a un mamarracho, pero ellos, en un esfuerzo de superación verdaderamente épico, lo han vuelto a hacer y cabe que hasta mejoren la suerte: empezamos muchos a pensar que PSánchez puede acabar siendo una desgracia mayor que la que supuso ZP para este país. Guapito es, sin duda. Tanto que ha caído rendido de saberse tan guapo, como la Castafiore, y se canta y arrulla por las mañanas  frente al espejo, al que lanza preguntas insidiosas como la madrastrona de Blancanieves: Dime, espejito, ¿Hay alguien más guapo que yo en todo este puto partido? Hubo una vez que el espejo le contestó que más guapo no pero que más listos había montones; tremendo error: en vez de espejo tiene ahora un circuito cerrado de televisión que le hace selfies permanentes en las que ve reflejado todo su esplendor, mientras este país se prepara para andar un trecho como geisha por arrozal, detrás de un tonto que nada ha aprendido – como su predecesor ZP- de lo que le ha pasado ya al pelucas Puigdemont y a Pablemos, que por liarse con cualquiera se le acaban quedando las vergüenzas al aire a la menor ocasión. El asunto sólo se explica teniendo en cuenta que PSánchez no tiene opción: o acaba gobernando, aunque tenga que vender a su madre, o va a durar en el partido lo que tarde en llegarle el burofax. Así que bajada de pantalones con ERC y CDC (?), arrumacos con Pablito y lo que haga falta hacer con tal de que los suyos no lo echen a la calle esta tarde mismo. Y el pueblo soberano tragando.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

Lo más leído