Palpito Digital

José Muñoz Clares

¿Cui prodest?

Dicen los de Convergencia que lo que hace la CUP – no darles el gusto en todo y no tragarse al golfo de Mas y la mochila con que carga – los sitúa en el saco del PP, C´s y PSOE, porque no votar a Mas supone imposibilitar el “prusés”. La CUP se lo ha tomado mal, muy mal, porque eso sólo se lo pueden haber dicho como quien le capa el  hurón al vecino: a mala leche. Ellos, unos antisistema de excomunión diaria, puestos a la altura de gente como Rajoy, Rivera o Iceta… Es como para ir con el cuento a la seño. Y harían muy bien en chivarse. Hasta los niños educados antes de la LOGSE – los niños educados, sin más – sabían detectar que algo no funciona en el razonamiento. Los romanos lo conocían como el cui prodest, que significa “a quién beneficia”. Un rústico quemaba las cosechas del vecindario para que la suya valiera más y el cui prodest lo señalaba como autor del incendio, porque se beneficiaba directa y personalmente. Eso mismo manejado por Mas y los suyos conduce a conclusiones más imaginativas. Por ejemplo: ¿a quién beneficia que haya incendios? A los bomberos. No es que los bomberos se instauraran tras comprobar los munícipes que había incendios, no; los bomberos provocaron los incendios para dar lugar al cuerpo de bomberos, es decir, a ellos mismos. Son, por tanto, autocreados, como el mismísimo Dios. Y no les digo nada de las empresas funerarias. ¿A quién beneficia la mortandad en tráfico? A las funerarias, ¿no lo ven?. Y a base de razonamientos de este tipo el mundo deja de ser el que parece y adquiere matices inimaginables, como que los cantineros de los tanatorios están metidos en una conspiración con funerarios, médicos,  gruístas y tramitadores de siniestros para fomentar la mortalidad general. Y así ve Convergencia el “prusés”: no es que no haya mayoría suficiente, no es que Mas no sea candidato idóneo, no es que todo fuera un disparate desde el principio, no; lo que pasa es que la CUP se ha aliado con los españolistas y con el gobierno para impedir la liberación de Cataluña. Estamos en el reino oscuro que anticipó Millán Astray. Se encontró un día con un hombre culto y le dio un respingo el poco cuerpo que conservaba tras un sistema de adelgazamiento como mínimo discutible. ¡Muera la inteligencia!, exclamó. Y lo que parecía una ocurrencia de un aficionado a los cañonazos en carne propia, con muy mal perder, ha acabado dando la cara como profecía. La inteligencia hace mucho que murió, fue velada y cría malvas. Y eso que veníamos de un plan de estudios que incluía leer y escribir, más latín, historia y geografía, adobado de una cierta disciplina. Erradicado la insana inclinación a pensar, hemos pasado de la causalidad, por más que fuera de Perogrullo – aquí hay colillas, aquí han fumado – a una vaga intuición de ciertas casualidades. La sola presencia de actividad neuronal no asegura ya que haya actividad cerebral apreciable.

Convergencia debería saber que no son las cosas como las cuenta pero lo han escrito en público y nosotros hemos de aceptar que así lo creen, aunque lo hayan borrado nada más apreciar el cabreo de la CUP, que les ha contestado «ya lo decíamos nosotros: estos perderán fuelle y ya no querrán la independencia cuando se enfrenten al pollo que hay que montar. Y como en la CUP hay alguno con estudios va a resultar que tienen razón. Porque Homs ya se ha ofrecido a negociar con el gobierno de España. ¿Qué pretende? ¿Salvar la cara por el recule histórico? ¿Resucitar a Arturito? ¿Es la forma de echar las culpas a la CUP y rectificar sin rectificar? A ver si, al final , van a tener algo que ver en esto los funerarios, por lo de enterrar el «prusés». O los bomberos.

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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