A ver, vamos con el monotema actual, que es la independencia de Cataluña.
Sobre este asunto, que ya viene cansando más que las infidelidades de Chavelita, hay tres frases que se han puesto de moda, sobre todo entre aquellos que pretenden mantener una equidistancia entre los “dos bandos”, los «wets» les llaman los británicos, y se la cogen con papel de fumar.
Las frases son:
1º ¿Como hemos llegado a esto?
2º Hay que tener dialogo –a esta se apunta con gran fervor Pedro Sánchez, al cual lo único que le importa de verdad, es desbancar a Rajoy para ser él Presidente-
3º Hay que cambiar la Constitución.
Primero: ¿Cómo que hemos llegado?
Han llegado. Los independistas son los que han llegado a esto.
Yo no he llegado a esto. Ni yo, ni usted, ni el otro. El españolito de a pie, el de infantería de toda la vida, que diría Pérez Reverte, no ha tenido parte ni arte en todo este embrollo, solo mira con estupor como una pandilla de tarados quiere destruir su país.
Pero tampoco el haber llegado a esto, ha sido culpa del Gobierno actual, ni de Mariano Rajoy, ni siquiera de Zapatero, aunque la actuación de éste, durante su periodo de Gobierno, contribuyera bastante.
Como contribuyo en su día la labor de Adolfo Suarez, instaurando el, en mala hora parido, sistema de Autonomías.
Y contribuyo Felipe González, cundo en su día, sin mayoría absoluta y necesitando apoyo para formar Gobierno, acudió a los nacionalistas catalanes, lo mismo que hizo más tarde Aznar, que hablaba catalán en la intimidad. Así fue como entre unos y otros, y sin tener ninguno clarividencia suficiente de dejar gobernar al partido más votado sin tener que acudir a los independentistas, acabaron cediéndole: policía autonómica propia, sanidad, educación, recaudación de impuestos y todo que se le ocurrió pedir al “Honorable” Jordi Pujol.
Pero no, a pesar de todo lo anterior, se puede culpar de haber llegado a esto, a los anteriormente mencionados.
La culpa debe recaer, única y exclusivamente, en aquellos, que creyéndose una raza superior solo por el hecho de haber nacido en un determinado territorio, dan un golpe de estado que amenaza con desmembrar la Nación Española. Ahí están los culpables y ahí reside la culpa.
Segundo: hay que dialogar, frase preferida de los equidistantes y del señor Pedro Sánchez.
Pero, ¿dialogar qué y con quién?
Los independentistas no buscan dialogo. Ellos los han dejado claro desde el primer momento, quieren la independencia, menos de eso no les vale.
Si usted, señor Sánchez, o cualquiera de los “equidistantes” está dispuesto a dársela, se lo dice y listo, no hace falta dialogar nada.
Y tercero: Hay que cambiar la Constitución.
Pero, ¿Dónde y qué?
¿Qué hay que cambiar de la Constitución?
¿Cómo vamos a redactar la nueva Constitución?
¿Sustituyendo aquellos artículos que defienden la unidad de España, incluido el famoso 155, por uno que les de a las Autonomías autoridad para poder decidir por su cuenta si quieren seguir, o no, siendo parte de España?
Si optamos por esto último, pues…tíos, para este viaje no hacían falta estas alforjas.
PD.
Por cierto, el artículo 155, dice lo siguiente:
1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.