¿Qué tal si dejamos de buscar
mi felicidad o la tuya por separado
y la buscamos juntos,
la nuestra, la de todos?
***
No intentes cercarle, atraparle, domesticarle
con palabras, definiciones, dogmas, tabernáculos.
No podrás. Porque siempre se desliza
y se escabulle por las rendijas de la existencia.
Deja que te sorprenda, te transpire,
te apasione, te empape, te transparente.
Permítele ser libre en ti
y que te acompañe en el camino
hacia la plenitud de tu vida.
***
Hay mucha gente que se conmueve
ante los muertos provocados
por los accidentes de tráfico.
En cambio no se escandalizan
ante el tráfico asesino de la fuga de capitales,
de la corrupción, de los extranjeros en pateras,
de los órganos, de la prostitución,
de las drogas, de los armamentos...
***
En el principio todo era expansión,
relación, fusión, vínculo, generación…
Y así lo sigue siendo.
A pesar de los fenómenos del egoísmo
y el individualismo, que conducen
hacia los agujeros negros de la muerte.
La armonía y el esplendor de la vida
se manifiestan en el don.
***
Como una antorcha
desearía que brillara
la esperanza.
Pero, a veces,
me tengo que conformar
con la tenue luz de un rescoldo.
***
No agotaremos
nunca
la búsqueda permanente
de nuestro corazón
y su abismo.
calladas.
HOY ESTOY TORPE Y POCO ACERTADA. UNA NUEVA ERRATA. CORRIJO Y CIERRO.
“No intentes cercarle, atraparle, domesticarle con palabras, definiciones, dogmas, tabernáculos. No podrás”. [...] Deja que te sorprenda, te transpire te apasione, te empape, te transparente. Permítele ser libre en ti"
No… y sí. Lo inefable es irreductible a la palabra hablada, pero no al cuerpo comunicante.
El don en los cuerpos habitados: una estela en la piel; una impronta en el barro; una llama en carne viva. La garganta se anuda y acalla; el cuerpo se desata y muda en voz encendida. La luz prendida en el fanal aleja la noche; copada en el árbol alfombra el campo de abrigos frescos y umbríos; en la carne de los charcos proyecta un liviano arco iris. La luz en los cuerpos fijada: transparencia, donación o belleza; palabras que el ojo del otro atrapa y en la hondura resguarda. La presencia encarnada: el fanal, el árbol, el charco, el cuerpo de la mujer y del hombre mudan en voces que arden callad...
ERRATA. CORRIJO.
“No intentes cercarle, atraparle, domesticarle con palabras, definiciones, dogmas, tabernáculos. No podrás”. [...] Deja que te sorprenda, te transpire te apasione, te empape, te transparente. Permítele ser libre en ti"
No… y sí. Lo inefable es irreductible a la palabra hablada, pero no al cuerpo comunicante,
El don en los cuerpos habitados: una estela en la piel; una impronta en el barro; una llama en carne viva. La garganta se anuda y acalla; el cuerpo se desata y muda en voces encendidas. La luz prendida en el fanal aleja la noche; copada en el árbol alfombra el campo de abrigos frescos y umbríos; en la carne de los charcos proyecta un liviano arco iris. La luz en los cuerpos fijada: transparencia, donación o belleza; palabras que el ojo del otro atrapa y en la hondura resguarda. La presencia encarnada: el fanal, el árbol, el charco, el cuerpo de la mujer y del hombre mudan en voces que arden calladas.
Un abrazo a todas y a todos.
Nos vemos a las 22:00.
“No intentes cercarle, atraparle, domesticarle con palabras, definiciones, dogmas, tabernáculos. No podrás”. [...] Deja que te sorprenda, te transpire te apasione, te empape, te transparente. Permítele ser libre en ti"
No… y sí. Lo inefable es irreductible a la palabra hablada, pero no al cuerpo comunicante,
El don en los cuerpos habitados: una estela en la piel; una impronta en el barro; una llama en carne viva. La garganta se anuda y acalla; el cuerpo se desata y muda en voces apagadas. La luz prendida en el fanal aleja la noche; copada en el árbol alfombra el campo de abrigos frescos y umbríos; en la carne de los charcos proyecta un liviano arco iris. La luz en los cuerpos fijada: transparencia, donación o belleza; palabras que el ojo del otro atrapa y en la hondura resguarda. La presencia encarnada: el fanal, el árbol, el charco, el cuerpo de la mujer y del hombre mudan en voces que arden calladas.
Miércoles, 25 de abril