El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Sensación refractaria de estar viva

SENSACIÓN REFRACTARIA DE ESTAR VIVA

Dilecta Pilar:

Mi hermano Jesús María, “el Chichas”, está mejor. Ayer, por la mañana, cuando lo llamé por teléfono, se hallaba en la mutua. Te agradezco tus buenos deseos para su pronta recuperación. El corsé lo tendrá que llevar durante seis semanas. A ver si así se consigue lo que se pretende, que se suelde la L2.

La idea o metáfora del círculo, que he advertido en muchos otros momentos y lugares, a lo largo de mi más que mediada vida, la volví a comprobar y constatar (por si te sirve el dato) ayer viendo (y oyendo) “La casa del lago” (2006), remake de un filme surcoreano, “Siworae” (conocido también como “Il Mare”, estrenado el año 2000), película dirigida por Alejandro Agresti y protagonizada por Keanu Reeves (que interpreta al arquitecto Alex Wyles) y Sandra Bullock (que borda el rol de la doctora Kate Forster). Comienza la cinta en la casa del lago (a cuyo buzón mágico los dos protagonistas regresan y vuelven sin parar) y termina en la ídem, la casa del lago. Son varios los temas que toca, pero el asunto de saber esperar al amor verdadero es crucial (junto con el controvertido de los mundos paralelos o multidiverso, o viajes imposibles en el espacio/tiempo). No sé si la has visto. Yo vi el final de la misma el domingo y la pedí prestada en la biblioteca. No la tenían, pero estaba en alguna otra biblioteca navarra y la solicité. Volveré a verla hoy, para intentar extraerle toda la información distintiva y relevante, la que me sirva.

Déjame decirte que tal vez te metes en tantos vericuetos porque eso te proporciona la sutil sensación refractaria de estar viva. Eso es, al menos, lo que a mí me pasa y no me pesa.

Ya sabes: antes es la obligación que la devoción (aunque la primera voz vaya detrás en el diccionario).

Mi hermano va mejorando paulatinamente, pero intuyo que le va a costar volver al estado en el que hallaba antes del accidente de trabajo.

No, no sois las únicas en echar mano de lo circular para dar una muestra o varias de vuestro arte. Lo circular, además de estar presente en mil formas de la naturaleza, es aprovechado por las diversas maneras ideadas y habidas, o por pergeñar y haber, de ejecutar distintas obras de arte. Hay quienes pretenden y hasta quien se enorgullece de haber logrado ya (porque cree haberlo conseguido a pies juntillas) la cuadratura del círculo.

He escrito mucho sobre mi heterónimo (me suelo desdoblar sin aparente dificultad en otras personas o seres humanos, como acostumbraba a hacer el luso —que no iluso, aunque no hay que descartar que alguna vez pudo serlo— Fernando Pessoa) Emilio González, “Metomentodo”. Si tomas la primera letra de su nombre, E, las dos primeras de su primer apellido, GO, y las tres primeras de su alias, MET, y las juntas, obtienes o formas la palabra Egomet, que, en griego clásico, significa “Yo mismo”. A veces, mis heterónimos, además de atributos y experiencias mías, manifiestan haber disfrutado o padecido emociones y sensaciones que experimentaron otros, a la sazón, émulos o colegas míos.

Aunque los vericuetos, aparentemente, quitan parte de vida, a la postre y a la larga, uno barrunta, primero, y se da cuenta luego de lo obvio, que sumaron más de lo que restaron.

Otro (de tu amigo Otramotro).

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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