El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Una pareja perfecta

UNA PAREJA PERFECTA

En lo concerniente al asunto de las parejas que tienen previsto casarse próximamente, como en lo tocante a otros muchos temas, suelo advertir lo que hay, abiertas discrepancias; ahora bien, en el caso concreto de la boda entre Pilar y Ángel, gravita una insólita unanimidad, un consenso nunca visto ni oído. ¿Por qué? Intentaré responder aquí a dicha pregunta. A ver si averiguo la razón. Aun entre las personas cuya opinión he pulsado, que no son filólogas, la respuesta mayoritaria, coincidente, es que Pilar es el pilar que mantiene en pie a Ángel y este es el que contribuye a que Pilar sea un pilar aún más firme y más fuerte y a que ella tenga, si cabe, que sí, que cabe, más ángel.

El abajo firmante de estos renglones torcidos ha titulado esta chuchería literaria así, con el rótulo que porta, “UNA PAREJA PERFECTA”, porque, para el grueso, que conformamos las/os demás y yo, dicho tándem lo es: Pilar complementa estupendamente a Ángel y Ángel completa, de manera inmejorable, a Pilar. Los únicos que parecen disentir de ese acuerdo generalizado son, precisamente, los dos miembros de dicho dúo. Ángel tiene serias dudas de que sus agendas (me corrijo al momento, de que sus circunstancias), que un día coincidieron, vuelvan a hacerlo; y Pilar no ambiciona lo que para Ángel es crucial, la repanocha, el mayor de sus retos, matrimoniar con ella.

Está claro que esta golosina podría llevar como subtítulo este, “TEMOR A LA INCERTIDUMBRE”, que tanto Pilar como Ángel han sentido y aún sienten. Se parece a esa corteza o miga de pan que ha caído en la pechera del chaleco y se resiste a ser cepillada con la sola ayuda de las supuestas cerdas que pueda haber en el dorso de la diestra mano del comensal (ella o él).

Es mi deseo y mi esperanza que nadie se rebote, que a nadie le parezca mal que le adelante lo que va a pasar, porque sé que les voy a chafar a todos (hembras y varones) el final: Pilar y Ángel no se casarán, pero vivirán quince felices años juntos, siendo lo que las otras, las demás, intentan y, al no lograrlo, se conforman con aparentar, una pareja perfecta.

Asimismo, deseo y espero que nadie se moleste por que haya decidido no firmar este texto con mi seudónimo habitual, Emilio González, “Metomentodo”, sino con mi nombre verdadero,

Dios (en el supuesto de que Dios exista, Él sabe, a ciencia cierta, que en mi ánimo no ha habido un ápice o pizca de irreverencia, a la hora de suplantar su personalidad diversa, pues es trino, y su firma; y sí un vagón repleto de vaya omnímoda, vaya, a la que es tan adicto servidor, un guasón de marca mayor. En el supuesto de que Dios exista, le consta, de manera fehaciente, que le estoy e(vi)ternamente agradecido por haberle puesto a mi amanuense, Ángel, en el camino una persona digna de amar, su amable Pilar, su señera compañera).

Ángel Sáez García
[email protected]

La selección de las mejores marcas de termómetros

TERMÓMETROS CLÍNICOS

Aquí encontrarás la oferta actualizada de estos dispositivos de salud

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

Lo más leído