HAY AMANTES QUE MATAN CUANTO IGNORAN
Los gritos de alegría, el alborozo
General, que de abajo sube arriba
Con tanto empuje o fuerza que derriba
O borra la tristeza de este mozo,
Es, pásmese el lector fiel, por el gozo
De que al bachillerato, óbice o criba,
El amor por saber vuelva y lo escriba
Quien, cuando lee a Nietzsche, a ambos yo rozo.
Aunque sea poco útil, pues no enseña
A pensar cuanto hacemos, sino cómo
Somos y a concentrar eso en un tomo,
Hoy la filosofía no desdeña
Más que el grupo o legión que el mal adoran:
Hay amantes que matan cuanto ignoran.
Ángel Sáez García
[email protected]