CUATRO DÍAS EN EL PUERTO
Mis primeros cuatro días
En el Puerto de la Cruz,
Indelebles por la luz
Que tú, Pilar, extendías
Por doquier (por dentro ardías),
Yo los juzgo inmarchitables;
Tras tu marcha, insoportables
Se me hicieron los restantes
Diez, faltos de los instantes
Con tus prendas incontables.
Ángel Sáez García
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