NO SE PUEDE VIVIR SIN LOS ABSTRACTOS
Cuando ayer regresaba del paseo,
Difunta madre mía, o de la andada,
Me dio por hacer una payasada
Y atracar a la amada de Teseo,
Que no es Ariadna, no, ni es mi deseo
Que su gracia de pila desvelada
Por tu retoño sea, Iluminada,
Aunque esa información impar poseo.
Hablé con ella en medio de la calle
Del limpio corazón y del cariño,
Que solo olvidará, ya anciano, el niño,
Cuando vea de frente a la del dalle.
Se puede prescindir de los extractos,
Pero jamás vivir sin los abstractos.
Ángel Sáez García
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