El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

La quintaesencia va en tarro pequeño

LA QUINTAESENCIA VA EN TARRO PEQUEÑO

Dilecta Pilar:

Yo, a bote pronto, reconozco que tengo predilección por mis últimos hijos de papel, los benjamines. Tu comentario (“la vida es pura contradicción”, que también he trenzado con esas mismas o parecidas palabras en varios textos) me ha hecho recordar el epitafio que el poeta checo-austriaco en alemán Rainer Maria (von) Rilke urdió poco antes de morir y puede leer quien acuda a su tumba, pues está escrito sobre su laude o lápida: “Rosa, pura contradicción; voluptuosidad de no ser el sueño de nadie bajo tantos párpados” (y es que, ciertamente, si la rosa no hubiera nacido entre espinas —al parecer, al cortar una, se clavó una púa en un dedo— no tendría el prestigio que tiene entre las/os amantes de las flores). A propósito de tu apostilla (“el tiempo climatológico parece haberse vuelto también loco, como la gente”), te mando, abajo, la urdidura (o “urdiblanda”) que publicaré mañana en mi bitácora, “¡Menudo genio!, sí, Pierre Nodoyuna”.

De nada. Soy yo quien tiene que dártelas a ti por haber sido tú, precisamente, la hacedora de esos versos que tanto me gustaron que me empujaron a sacar lo que has leído, tal vez lo mejor de mí. Sé que tu escolio (agradezco los halagos que contiene y me haces) viene de quien viene, una amiga; no obstante, celebro que te haya petado mi breve comentario de texto o crítica. Por lo que urdes (“cuando escribo no me fijo en nada de eso, me dejo llevar”), parece que somos legión los amanuenses o copistas que usan para sus fines líricos las musas de la poesía, Erato y Polimnia. A mí me ha ocurrido lo que comentas, pero luego, por lo regular, disconforme con el resultado de la primera versión, servidor se ha visto obligado a corregir y mejorar y pulir (hasta que el poema se deja como queda —a veces, tengo la impresión refractaria de que, como se podría mejorar aún más, queda inacabado, sin terminar—).

Ya sabes que la quintaesencia suele ir envasada en tarro pequeño.

Otro (de tu amigo Otramotro) y gracias a ti, por las que tú escribes y yo puedo leer. Me gusta homenajear a Jorge Luis Borges, que siempre se jactó de los textos que leyó, nunca de los que trenzó en su telar. Ahora bien, si yo hubiera escrito algunas de sus prosas y algunos de sus versos, estaría orgullosísimo (eso sí, sin envanecerme de ello ante los demás, solo en la intimidad de mi escritorio).

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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