El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CCCXII)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (CCCXII)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Disculpa mi demora en contestar tu apostilla. El sábado hubo actuación en el cíber-café “Praga” y ayer, en la grata compañía de mi hermano Eusebio, estuve viendo el partido de fútbol (tedioso, soporífero; apenas hubo tres o cuatro ocasiones claras de gol) entre el C. D. Tudelano y el C. D. Boiro en el Estadio Municipal “Ciudad de Tudela”.

Lamento, de veras, que la rodilla de tu doña siga en sus trece, dándole molestias; y celebro que tú estés estupendo, hecho una rara avis.

¡Chapó! Solo por comple(men)tar alguno de tus puntos de vista, añadiré lo que sigue.

Como afirma Karl Raimund Popper, la verdad es provisional. Dura mientras no es refutada por otra, que viene a ocupar tras ese concreto instante de contradicción su interino (en principio, también, sí) lugar.

Incurriendo en errores sin cuento y aprendiendo de esos innúmeros yerros, el ser humano ha ido entendiendo y extendiendo sus conocimientos sobre el mundo y sobre sí mismo.

“Si la verdad, si todas las verdades no están sujetas al examen del juicio y el error, si no existe una libertad que permita a los hombres cuestionar y compulsar la validez de todas las teorías que pretenden dar respuesta a los problemas que enfrentan, la mecánica del conocimiento se ve trabada y este puede ser pervertido. Entonces, en lugar de verdades racionales, se entronizan mitos, actos de fe, magia”, dejó escrito en letras de molde el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

Antonio Machado, en su “Juan de Mairena”, escribe:
“La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.
“Agamenón: —Conforme.
“El porquero: —No me convence”.

Por cierto, Rafael Sánchez Ferlosio urdió una interpretación muy jugosa a propósito de dicho texto machadiano.

El mismo autor, don Antonio, en “Proverbios y cantares” (LXXXV) trenza estos versos:

“¿Tu verdad? No, la Verdad.
Y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela”.

Nuestra democracia, querido amigo, es una partitocracia. Mientras el representante político (diputado o senador, ella o él) no sea el dueño verdadero de su acta, la democracia española seguirá siendo una partitocracia.

Te saluda, aprecia, agradece y aprecia

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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