El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CCVI)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (CCVI)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Aunque busco la perfección (lo que yo entiendo por perfección, claro, que puede coincidir o no con los pareceres que sostienen otras/os, las/os demás) en cuanto hago, me consta que jamás la consigo completamente, que nunca la logro del todo. He decidido no releer más de tres veces mis textos, porque, si insisto o persevero en ellas, en tal menester, acaban por disgustarme. Como regla general, casi siempre me petan o me resultan gratos cuando, leídos y hasta releídos, los doy por buenos. Ahora bien, como los relea más de la cuenta, en demasía, suelo decantarme indefectiblemente por una de estas dos opciones, o por dejarlos como están o por rehacerlos de nuevo. Como ahora no dispongo de tanto tiempo como antes, he resuelto inclinarme por la primera.

Perdona que insista (parece que plagio, a sabiendas, el anuncio que protagoniza en la tele Matías Prats, pero no; se trata de una simple coincidencia) en agradecerte la nota, el notable, y celebrar el argumento o razonamiento, que no miento, con el que te he persuadido. Otras/os, las/os demás, son como son, tan imperfectas/os como tú y como servidor. Puedes estar seguro de ello, sin hesitación.

Ya sabes, conviene domeñar el ego, para que no se desboque; ergo, prefiero a poeta aprendiz de ruiseñor.

Ciertamente, el asunto así es, desde que se usa la expresión latina y peyorativa “panem et circenses”, pan y juegos del circo, alimento y entretenimiento, que no miento, locución que aparece en la Sátira X de Juvenal. Asimismo, desde que se inauguró el primero, en boga, siempre hubo y siempre habrá locales de moda. La mayoridad a punto de estrenar o recién estrenada siempre fue muy echada para adelante, más temeraria que valiente o prudente. Ignoro si en el susodicho lugar imaginado por el menda, servidor, se sirve licor de primera o de garrafón.

Eso he escuchado o leído (si no lo he hecho mal, que puede) que ahora se lleva la/el “amigovia/o” o, en su defecto, la/el “noviamiga/o”.

Cuando la razón viene a cuento y se argumenta, como tú haces aquí en tu comentario a mi chuchería literaria, a uno, autor de la misma, solo le queda aceptar la misma y reconocer que a la razón aducida no le falta el argumento convincente, persuasivo. En ciertos casos (mas no en el contexto advertido en el último artículo de don Javier Marías Franco), como apuntas, puede usarse dicho verbo como pronominal. Ahora bien, si acudes al DRAE y consultas ambos verbos, comprobarás que solo en la definición de “acoquinar” aparecen, tras la mencionada, las siguientes abreviaturas (en color azul): U. t. c. prnl. (Usado también como pronominal)

Si se molesta Marías es porque no me conoce. Nadie podrá hallar en mi golosina ni voluntad de molestar ni, menos aún, ánimo de ofender, porque no la/lo hay.

Te saluda, aprecia, agradece (la lealtad y el seguimiento, que no miento) y abraza

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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