El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CLXXI)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (CLXXI)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Acabo de bajar con mi señera y señora madre, Iluminada, y mi hermano Eusebio del HRS. Hoy los especialistas en Urología Sierra Labarta y Sánchez Zalabardo, como se puede leer en el informe del alta, le han cambiado a nuestra progenitora los tubos de las nefrostomías (al parecer, si he entendido bien a mi hermano Miguel Ángel, “el Chato”, que la ha subido, los tubos que le han colocado hoy van a durar más tiempo). Antes de dejar la bolsa en casa me he pasado por la farmacia “Pascual”, donde he entregado la receta de Zinnat (para cinco días) y me han dado el correspondiente medicamento.

Por si no ha quedado claro, las palabras que recojo en la cita, el epígrafe o el exergo shakesperiano las pronuncia el personaje Egmont (Edmundo), de “El rey Lear”.

No eres el único que ignora. Servidor se incluye dentro del grupo de los nescientes, que inauguró Sócrates y conformamos quienes ignoramos ¡tantas cosas! Supongo que, cuando urdí la décima, que ahora, en este preciso instante, no recuerdo qué argumento la motivó o qué razones propiciaron que la trenzara, seguramente, tuve en cuenta o presente esta idea, “existen dos maneras de ser feliz en esta vida; una es hacerse el idiota; la otra, serlo”, de Sigmund Freud.

El pensamiento no es mío, pero me gusta rememorar que cada anciano (ella o él) que muere es una biblioteca que se cierra. Ergo, mal, peor y aun pésimo asunto para la cultura.

Como hoy no había recordado al padre camilo Pedro María Piérola García, uno de nuestros formadores inolvidables en Navarrete, te doy las gracias por habérmelo traído a las mientes. Mientras viva y el alzhéimer no haga conmigo de las suyas, siempre lo llevaré, ora en mi corazón, ora en mi caletre. Es una inacabable fuente de amor, cariño y conocimiento, que no miento, y tengo la sensación refractaria de que pesa más no portarlo que portearlo.

Si tiene que ir el arquitecto a juicio, porque así lo manda un juez o tribunal, que vaya, pero que no dejen de ir cuantas/os deberían hacerlo por muchos más motivos, corrupciones a gogó, quiero decir, quebrantamientos de ley sin cuento.

Que la rodilla de tu doña deje de doler, porque no será la única beneficiada, me temo.

Te saluda, aprecia, agradece (hoy, sobre todo, que le hayas recordado a Piérola) y abraza

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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