El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CLXI)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (LCXI)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Haces bien en dar tus pareceres sobre el asunto en cuestión. Hay algunas/os que pretenden que no se puedan dar. Y por ese arco, aro o túnel no paso.

Ciertamente, no hay dos personas que piensen igual, lo mismo, sobre los diversos temas que pueden ser objeto de debate. Esas discrepancias hacen más amplio, extenso o rico el criterio. La verdad es un poliedro. Me has leído hasta la saciedad esta opinión. Sigo pensando lo mismo que adujo Karl Popper. Mientras no haya otra verdad con más argumentos o razones de peso, que venga a ocupar el lugar que ahora ocupa la opinión que tengo o tomo por verdad actual, sostendré el mismo criterio.

Estoy totalmente convencido, porque me ha pasado y/o he sido testigo del hecho, de que una caída, por un resbalón, de un semejante, por lo general, mueve a risa. El protagonista (ella o él), al primer momento, quizá, no sonría, pero, si no se ha partido una pierna, un brazo o la crisma, pasado el mal trago, seguramente, tras agradecer a quien/es le ha/n echado una mano para levantarse del suelo, si ha precisado esa ayuda, se ría, sonría y hasta carcajee. Acaso marre, pero me atrevería a decir que, mientras el mundo sea mundo, seguirá siendo una realidad comprobable, incontrovertible, el suceso relatado a grandes rasgos arriba.

Para no alargar más el asunto, te recomiendo que compres hoy EL PAÍS. En BABELIA, su suplemento cultural, podrás leer cuatro artículos clarificadores sobre el tema.

Tal vez, el quid de mi espinela hodierna quepa hallarlo en las siguientes líneas, que anteayer, jueves, 15 de enero de 2015, formaban parte del artículo titulado “Libertad, igualdad, ¿y el humor?”, que portaba la firma de su autor, Gabriel Asenjo, y apareció publicado en la página 14 de Diario de Navarra: “Es la malasombra del caricaturista y sus tirones de oreja lo que nos hace gracia. Solo que, a veces, el humorista gráfico es como un niño demasiado sincero que llama fea a la vecina, de modo que sus opiniones se convierten en políticamente incorrectas, porque, queramos o no, todos resultamos ridículos cuando nos ponen un foco encima”.

Como te consta, la mayor fuente de inspiración del escritor es la realidad, la arcilla o el barro del alfarero. Luego, en las manos de la fantasía o imaginación, uno/a hace con ella/él lo que mejor puede: cuencos, botijos,… Hoy, por ejemplo, desde las 2 horas y cinco de la madrugada hasta casi las 3 y media, y desde las 8 y veinte de la mañana hasta sabe Dios cuándo, pues no para de llorar y berrear durante el día, he tenido que soportar sus chillos, lloros y rebotes. Imagínate que estás al lado de la campana que se tañe o de la sirena de una ambulancia, pues tres cuartos de lo mismo, dilecto amigo.

O los padres la educan en tiempo récord, o pronto su hermano/a, el bebé que está a punto de ser alumbrado, también la va a empezar a coger tirria.

Ojalá me equivoque, pero me veo, ya luna creciente o decreciente, ya plenilunio o novilunio, desentrañando este oxímoron, aguantando insoportables noches de serenata.

Te saluda, aprecia, agradece y abraza

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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