El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CXLIII)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (CXLIII)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Como sabes, escribo el grueso de mis textos con bastante antelación a la fecha de su publicación aquí, en nuestro blog. Esta décima la urdí, si no recuerdo mal, tras escuchar que “el cielo no se toma por consenso, se toma por asalto”, frase que pronunció en el congreso de Podemos su líder, Pablo Iglesias Turrión. La susodicha expresión, como es público y notorio, la empleó Karl Marx en una misiva que trenzó y remitió a uno de sus amigos, el doctor Kugelmann, y está fechada el 12 de abril de 1871. Una expresión parecida ya la había usado el poeta alemán Friedrich Hölderlin en el poema donde recuerda la proeza del titán Prometeo, que irrumpió en el cielo a fin de hurtar el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres, motivo por el que fue castigado, siendo encadenado a una roca en el Cáucaso, donde un águila le comía durante el día el hígado, la única víscera humana con capacidad regenerativa, que le crecía durante la noche.

Espero y deseo que Podemos (y, asimismo, el resto de los partidos políticos) haga propuestas sensatas y realizables y no proponga los dislates que leí y escuché en sus inicios asamblearios. A ver si en las próximas elecciones y en las siguientes y en las siguientes y… no debo decantarme de nuevo por el voto en blanco.

Todos nos equivocamos, todos; aquí no hay excepción a la regla. Yo, por ejemplo, suelo leer mis textos hasta tres veces antes de darlos por buenos. Bueno, pues, de cuando en vez, o de vez en cuando, paso por alto algún yerro, que, en cuanto advierto, me dispongo o procedo a subsanar. Ahora, mientras redacto estas líneas, por ejemplo, ya estoy ideando cómo retractarme esta tarde de lo que he escrito sobre Monago, tras haber escuchado parte de su comparecencia ante los medios y, como corolario, haber tenido noticia de otras facetas de ese poliedro que es la verdad, que ignoraba sobre el asunto en concreto.

Haces bien en inmiscuirte, si tu conciencia te dice que haces bien. Y en opinar cuanto te pete, siempre que en ello no halles un ápice o pizca de ánimo de ofender.

La carta abierta (de interpretación libre; porque cada quien la leerá según el color del cristal de las lentes que lleve delante, o no, de sus ojos) que urdí ayer (pero no he publicado hasta esta mañana) a don José Antonio Monago, por mucho que insista él en sus razones, y por mucho que persevere yo en mis argumentos, habrá quien la seguirá leyendo, si tiene prejuicios o carece de ellos, de una manera (de veras) o de otra (irónicamente). No te moleste dudar. Ya sabes qué opinaba Jorge Luis Borges sobre la hesitación: “La duda es uno de los nombres de la inteligencia”.

La mención que hago en mi epístola del último libro que he leído (esta noche, si no hay inconveniente, acabaré la tragedia shakespeariana “Julio César”), las satíricas “Exequias de la lengua castellana” fornerarianas, a unos les habrá servido para decantarse por una opción, a otros les habrá ayudado a inclinarse por otra. A mí, su lectura me ha empujado a escribir una breve (aunque no faltará a quien se le haga o hará larga) sátira moderna. Pronto podrás leerla aquí. Como mencionas en tu comentario a “Metomentodo”, acaso te sorprenda (haz como que no te he adelantado la nueva) comprobar que él, precisamente, es el hacedor de buena parte de la misma.

Baltasar Gracián, ciertamente, es el autor de la frase proverbial que das a entender, pero la claridad, verbigracia, en “El Criticón” (coincidirás con mi parecer, si has tenido la oportunidad de pasar tu vista por sus páginas) brilla, por ser una obra manifiestamente compleja o, si lo prefieres, por inconcusamente conceptista, por su ausencia.

Como de costumbre, te saluda, aprecia, agradece y abraza, de veras (esto, al menos, no lo pongas nunca en duda),

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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