SIN DUDA, LA AMBICIÓN TIENE DOS CARAS
Sin duda, la ambición tiene dos caras.
Si su haz, faz esplendente, al cielo acerca,
Con el orco su cruz porfía, alterca.
Así lo c(a-o)ntarás si en tal reparas.
Si a conciencia te esfuerzas y preparas,
Y un tubo de ensayo haces de la alberca,
Comprobarás que das pesca a la perca
O que eres cazador de ene aves raras.
¿Quién no ha oído sus cantos de sirena?
Defensores he hallado y detractores,
Que ledos ha dejado o insatisfechos.
El quid está en una gestión serena
De la misma, en fungir bien de escultores
De nuestro sino, pesquis, dichos y hechos.
Ángel Sáez García
[email protected]