El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CXIII)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (CXIII)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

No obstante nuestra casa (pues esta bitácora lo es; tuya, mía y de cuantas/os nos leen a diario, aunque no comenten) aparente ser, de vez en cuando (o de cuando en vez) un coso (quiero decir, más calle principal de una población o mentidero que plaza de toros, por lo tanto, nada —mejor, poco, porque, a veces, aparece por arte de birlibirloque— que ver con una carcoma) es para mí un remanso de paz o, si lo prefieres, la gloria, donde tengo la sensación de que más disfruta ese ser que soy.

Te agradezco sobremanera que nos hayas hecho el pormenorizado relato de la odisea que has vivido (y sufrido) esta mañana (espero y deseo que no se repita mañana), recordando el “Vuelva usted mañana (artículo del Bachiller)” que firmó “El Pobrecito Hablador”, don Mariano José de Larra, en enero de 1833. Podrías haberlo titulado “Casa de tócame, Roque” (en el DRAE no aparece la coma —a ver si no se la come la carcoma de arriba—, pero yo, a pesar de que se trate de una evidente lexicalización, se la he puesto por considerar que Roque es un vocativo).

Grosso modo, te he imaginado (ergo, visto) llevando una camiseta que en la parte central y ventral decía “Teatrero” (aviso para las/os navegantes o paseantes que venían de frente, quienes leían lo que ponía en tu tal y acaso esbozaban una sonrisa al sorprenderse por pasar y posar la vista en tal voz) y “Rastrero” (algún rastro ibas dejando o siguiendo —¿no te suena a “epígono”?— de vaya, mofa o befa) en la parte dorsal.

Cada día que pasa entiendes más y mejor lo que trenzo y lo que quiero decir con ello. Has interpretado casi a la perfección todo, incluso lo de Soraya. Amén de que venía como anillo al dedo a la rima, venía a recordarte lo que me comentaste en cierta ocasión y te aseveraba con alguna asiduidad tu esposa siendo novios, creo, que parecías un cura. A mí, aquí, en Tudela, me pusieron los remoquetes de “Obispo” (por el vozarrón que gastaba y aún gasto) y “Sor Ángel”, por tres cuartos de lo mismo que yo a ti (sor haya). O, quizá, debido a una intuición o premonición, fue por lo que luego me dijiste por teléfono, que no os haría buen tiempo, según las previsiones meteorológicas (hechas por un andaluz y su correspondiente deseo, que se equivoque y “sor halles”, esto es, que haga y/o haya sol).

Ya veré qué hago. Tal vez lo publique antes, sí.

Insisto en que os lo paséis estupendamente en Salou (y alrededores, Barcelona, verbigracia), quiero decir, que os divirtáis un montón.

Te/os desea descanso y goce (en las partes que estimes/estiméis convenientes, o sea, según tu/vuestro personal e intransferible criterio o parecer), quien te saluda, aprecia y abraza,

Ángel Sáez García
[email protected]

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

Lo más leído