El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (CIII)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (CIII)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Tu comentario me ha hecho recordar una película, “El premio” (1963), dirigida por Mark Robson y protagonizada por Paul Newman, Edward G. Robinson y Elke Sommer (que versa sobre la apócrifa ceremonia de entrega de los Premios Nobel de un año). En una trama secundaria, se cuenta cómo un doctor ha arribado a cierta conclusión dando todos los pasos necesarios, mientras que otro (acaso, gracias a su intuición) ha llegado a la misma saltándose (a la torera o no, quiero decir, soslayando) bastantes de los susodichos. El primero cree que ha habido por parte del otro, si no copia, aprovechamiento, que no miento. El segundo le demuestra cómo es capaz de solucionar el grave problema de salud que sufre otro premiado con cuatro adminículos, a lo MacGyver.

Te nomino (te ha faltado aludir —pero yo pasé por alto hacer referencia, asimismo, al genitivo— en tu relación al caso nominativo) como candidato a recibir el premio a “Mejor Creativo Guasón de la Red de Redes en el presente año”. Sigue con ese variopinto humor que gastas, gestas, no agostas y a este menda tanto le gusta, necesario para seguir peregrinando por este valle de lágrimas.

“No todo monte es de Venus” dijo el que vino y nos trajo el vino con el que brindamos. Añadió que no era adivino, aunque yo lo tomé por tal, cuando, a renglón seguido, agregó (excusatio non petita, accusatio manifesta): “No le ha echado, no, agua al vino quien convino con vosotros y con otros que no todo monte es divino”. Dicho lo cual, como dice la gachí que hizo Pascual, el gachó, se fue por donde vino quien vino con vino y se marchó con él puesto, en el buche, el bicho.

Ya disculparás la extravagancia de quien detesta la vagancia, ese dulce no hacer nada o “dolce far niente”, que aducen los italianos

Aunque, visto lo visto (si viste la final de la Liga de Campeones), ambas expresiones te parezcan lo mismo, sensu stricto, no lo son. “Superar fiascos” es levantarse tras haber caído, es sobreponerse a ene errores, fracasos o reveses. “Celebrar éxitos” es festejar triunfos. Las dos acciones las protagonizaron ayer los jugadores y técnicos del Real Madrid (¡enhorabuena!) y sus seguidores. Una acción fue consecuencia o corolario de la otra.

El talante, se mire por detrás o por delante, es el modo o la manera de presentarse el talento, curse este rápido o lento. El talante es el semblante. Si tú lo llamas “disfraz”, es una forma de verlo.

Pues yo, dando por válido tu ejemplo o argumento, opino (haciéndole caso a Ortega y Gasset, en concreto, a su perspectivismo), otrosí, lo contrario o complementario, que la suerte depende de nosotros, de nuestras capacidades. El tercer presidente de los EE.UU., Thomas Jefferson, lo expresó de esta guisa: “Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo”.

Ojalá que el grueso de la lluvia de mayo (una parte ha caído en Tudela) se haya repartido por otros lares o lugares anejos al cauce del Ebro (Logroño, verbigracia).

Espera haberte contestado a todo quien te saluda, aprecia y abraza,

Ángel Sáez García
[email protected]

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

Lo más leído