CUIQUE SUUM (A CADA UNO LO SUYO)
(Advertencia preliminar y de inexcusable lectura: Ruego, con especial encarecimiento, que no miento, que nadie lea esta carta dirigida a don Joseba Santamaría, el director de Diario de Noticias, si concurre la siguiente circunstancia, que apenas unas horas antes haya acabado de leer “El arte de no decir la verdad”, donde su autor, Adam Soboczynski, sostiene la idea calderoniana de que nos pasamos la vida actuando, interpretando los diversos papeles que nos han tocado en el reparto de una obra extensa, diuturna, cuya representación tiene lugar en ese gran teatro que es el mundo.)
Como no he olvidado aquello (“Iuris praecepta haec sunt: honeste vivere, alterum non laedere, suum cuique tribuere”, “Estos son los mandatos del derecho: vivir honradamente, no molestar a los demás y dar a cada uno lo suyo”) que dejó escrito en latín el jurista romano Dominicio Ulpiano, me dispongo a coger la péñola para dar cuenta de la verdad, que, como se lee en el capítulo 3 (siendo un poco más preciso, en el versículo 32) del evangelio de san Juan, os (nos) hará libres (porque no estoy seguro de que ocurra lo propio a la inversa, o sea, que la libertad nos haga veraces).
Como, intuyo o sospecho (no me consta, que conste), le debe acaecer a diario a todo bicho viviente, quiero decir, a quien dispone de una o varias direcciones de correo electrónico, al menda lerenda, Otramotro, le llegó el otro día un correo sin título y sin firma. Servidor lo leyó e hizo lo que suele ser habitual en él, antes de reenviarlo (si, por su interés, de variopinto tipo: enjundia, extrañeza, hilaridad…, merece la pena el hecho, claro); se aprestó a corregirlo, eliminando aquello que consideraba que le sobraba y sumándole aquello que, en su criterio, le faltaba.
Hoy, jueves, dos de febrero, el día de la marmota (para quien haya visto “Atrapado en el tiempo”, la película protagonizada por Bill Murray (Phil Connors en el filme) y Andie MacDowell (Rita) y dirigida por Harold Ramis), en Diario de Noticias, en la sección de Cartas al Director, aparece una misiva al tal con mi firma. Bueno, pues debo admitir (y así lo vengo a reconocer aquí, sin ambages) que yo no soy el autor de la misma. Ergo, que nadie venga a querellarse contra mí por plagio, porque no tuve (por mucho que busque, nadie hallará el argumento que pruebe que miento) la menor intención o voluntad de llevar a cabo dicha copia. Me explicaré. Es cierto que yo fui quien le puse el título “¿REAL SITUACIÓN DE SU MAJESTAD?” (que no llevaba) y, amén de este clarificador subtítulo, que, por cierto, no aparece recogido en Diario de Noticias: TEXTO, POR SI LAS MOSCAS, CON FIRMA ELEGIBLE O ILEGIBLE, la firma (que tampoco portaba). Pero no coloqué la mía, sino la locución expresada arriba: “Firma elegible o ilegible”.
A quien rubrica este texto, Ángel Sáez García, que firma todos sus escritos con su nombre de pila y sus dos primeros apellidos, seguidos (una línea más abajo) de una de sus direcciones de correo electrónico, en concreto, en la actualidad, esta: [email protected], el o la responsable de dar el plácet, el níhil óbstat o el visto bueno a las epístolas que envían a la atención de don Joseba Santamaría, director de Diario de Noticias, le adjudicó libremente (como así recogía el primer apellido de la firma que le puse, elegible) la misma a servidor.
Para quienes aún no hayan sido convencidos o persuadidos totalmente por servidor, les añadiré el razonamiento, que no miento, definitivo: es llamativo y sintomático que dicho texto no haya aparecido publicado en mi bitácora, El blog de Otramotro, donde subo a diario mis urdiduras (o “urdiblandas”).
Fernando Pessoa escribió esta cuarteta: “¿El poeta? Un fingidor. / Finge tan completamente, / que hasta finge que es dolor / el dolor que en verdad siente”. Quizás (y hasta sin él), una vez quedó el contenido del correo completamente enmendado, el que suscribe sostenía, poco más o menos, cuanto quedaba de la tesis que urdió el autor o autora original en él. Eso propició que lo reenviara a mis direcciones habituales. Pero, insisto, no con el propósito de que se publicara con mi firma, claro. De ahí el subtítulo: “TEXTO, POR SI LAS MOSCAS, CON FIRMA ELEGIBLE O ILEGIBLE”.
Aprovecho la ocasión para desearle salud a usted y, en su nombre, hacer extensivo dicho anhelo a cuantas/os hacen posible el hodierno Diario de Noticias.
Ángel Sáez García
[email protected]
