Preparémonos para las censuras
que Perico Sánchez quiere implantar,
y en lo que del todo le va a ayudar
Pablo, el amigo de las dictaduras.
Ambos quieren imitar las diabluras
que cometió aquel Frente Popular:
que fue conventos e iglesias quemar
y más tarde, matar monjas y curas.
“¡Imposible! ¡Del todo exagerado!”.
Así pensaban los venezolanos
y así también pensaron los cubanos,
y bien vemos lo que les ha pasado:
Se trasformaron de un país moderno
en la dictadura que es un infierno.
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Por Salvador Freixedo
Último libro del autor:
«IGLESIA, ¡DESPIERTA!»
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