Escaño cero – Vientres de alquiler


MADRID, 28 (OTR/PRESS)

Albert Rivera quiere dar cobertura legal a lo que cree imparable: la maternidad subrogada. El líder de Ciudadanos cree que legislar sobre la materia servirá para evitar abusos y proteger a todas las partes, a las mujeres que alquilan sus vientres y a los futuros padres.
Rivera plantea pues que se debata en el Parlamento algo que si duda tiene una enorme trascendencia social. No me parece mal que se abra un debate serio y profundo no sólo en el Parlamento sino en la sociedad. Es más, me parece imprescindible ese debate así que me van a permitir que explique mi posición al respecto y que no es otra que la de estar en total desacuerdo con la maternidad subrogada.
El cuerpo de la mujer no es un tubo de ensayo, no es un recipiente que usar para satisfacer los anhelos de quienes aspiran a ser padres.
Quienes defienden los vientres de alquiler están defendiendo la mercantilizacion del cuerpo de las mujeres, reduciendo el cuerpo a simple recipiente. En definitiva es una utilización burda del cuerpo femenino.
En segundo lugar la mayoría de las mujeres que alquilan sus vientres lo hacen por dinero. La maternidad no es un juego y llevar en las entrañas a un hijo durante nueve meses supone la creación de unos lazos entre la madre y el hijo. Me parece terrible que haya quienes crean que el cuerpo de una mujer es poco más que una incubadora.
Sinceramente no creo a esas mujeres que dicen que no les importa parir hijos para paliar las ansias de ser padres de unos desconocidos porque curiosamente todas estas mujeres reciben una compensación económica.
Es una nueva explotación de la mujer. Una explotación aún más cruel y grosera de las ya conocidas.
Hay mujeres que viven en la más absoluta miseria y que alquilan sus vientres de la misma manera que otras personas deciden vender sus riñones: porque necesitan dinero para sobrevivir.
Ultimamente se ha puesto de moda que muchos famosos alquilen vientres de mujer para ser padres. Tienen dinero para hacerlo, es decir tienen dinero para reducir a las mujeres a la consideración de objetos, de incubadoras.
A quienes desean ser padres y madres quiero decirles que hay millones de niños en el mundo que no tienen a nadie, que pueden ser adoptados. Niños que necesitan una familia, cariño, un proyecto de vida.
De manera que quienes quieren ser padres, si de verdad es eso lo que quieren, pueden acudir a la adopción en vez de contribuir a la explotación de las mujeres.
No puedo estar más en contra de la pretensión de Albert Rivera de elevar a la categoría de normal la explotación del cuerpo de las mujeres. Espero que cuando se debata su propuesta en el Parlamento ésta sea derrotada si paliativos.

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