Escaño cero – Qué España


MADRID, 21 (OTR/PRESS)

Se apagan los ecos del 39 Congreso del PSOE y de todas las propuestas aprobadas la más inquietante es la que se refiere a qué es o debe de ser España.
Las palabras significan lo que significan y con ellas no se puede hacer trampas.
Pedro Sánchez ha impuesto en el congreso del PSOE una nueva definición de España como «estado de carácter plurinacional».
Hay que preguntar a Sánchez y a los suyos que nos aclaren cuantas naciones hay dentro de España y sobre todo si cualquier parte del territorio puede definirse cuando le venga en gana como nación.
En realidad esta definición tan fatua como torticera quiere ser una respuesta al órdago presentado por los independentistas catalanes que hace tiempo, dicho sea de paso, vienen bordeando la legalidad. Así que España puede pasar a ser una «nación de naciones» simplemente porque los independentistas está echando un pulso al resto de los españoles y por ende al Estado y en vez de responderles con la contundencia de la ley el nuevo secretario general del PSOE ha optado por una definición que seguro encuentra de lo más imaginativa para intentar aplacar a los independentistas catalanes.
No comprendo por qué el PSOE no propone lisa y llanamente que España se defina como Estado Federal. Eso sí tendría sentido, un Estado Federal con iguale derechos y obligaciones, sin que unos ciudadanos estén por encima de los otros. En realidad la España de las Autonomías ha ido más allá del Estado Federal por más que los independentistas digan lo contrario.
Una España Federal tiene sentido una España plurinacional no sabemos ni lo que puede ser, ni como se decide quién es una nación y quién no y que implica serlo o no serlo.
Lo que el PSOE debería de hacer es apoyar a que el presidente de la Generalitat, el señor Puigdemont vaya al Parlamento, explique su proyecto de independencia y responda a las preguntas de sus señorías, entre otras a esta tan simple que acabo de sugerir: ¿Estarían dispuestos los independentistas a renunciar a la independencia si se procede a una reforma de la Constitución que tenga como finalidad que España se defina como un Estado Federal?. De la respuesta del señor Puigdemont dependería el plantearse abrir o no el melón de la Constitución. Porque si el señor Puigdmeont y los suyos no piensan bajarse del burro entonces ¿a qué modificar una Constitución con la que la mayoría de los españoles se sienten a gusto?

Si la respuesta del señor Puigdemont es que «no» es que o independencia o nada, aunque eso suponga saltarse la legalidad entonces habrá que darle la razón a Alfonso Guerra que en un artículo en la Revista Tiempo ha recordado que los excesos secesionistas tienen respuesta en el artículo 155 de la Constitución que permite al Gobierno hacer cumplir las leyes a las Comunidades Autónomas.
Alfonso Guerra también lamenta que el Gobierno la inacción del Gobierno y como no se muerde la lengua ha advertido de que «no se podrán calmar las ansias secesionistas aceptando ese extraño ser artificial de España nación de naciones». No puedo estar más de acuerdo.
Claro que dudo que Pedro Sánchez tenga en cuenta las palabras de Guerra, en realidad que tenga en cuenta nada que no coincida con el mismo.
En cualquier caso para que Sánchez pudiera llevar a cabo su proyecto de definir a España como Estado plurinacional, tendría que contar con el acuerdo de otros partidos ya que eso implicaría la reforma de la Constitución.
Pero mientras tanto el nuevo secretario general ha decidido cabalgar al tigre del independentismo ofreciendo ese engendro de convertir a España en un Estado plurinacional.
Esperemos que esto no abra más el apetito del tigre y terminemos siendo devorados por él.

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