Fermín Bocos – El caso Ronaldo


MADRID, 20 (OTR/PRESS)

La Fiscalía Provincial de Madrid acusa a Cristiano Ronaldo de cuatro delitos cometidos contra la Hacienda Pública. El presunto fraude tributario rondaría los 14,76 millones de euros. El origen de esos ingresos no declarados provendría de las rentas generadas en España por sus derechos de imagen. La Agencia Tributaria imputa al jugador portugués un incumplimiento voluntario y consciente de sus obligaciones fiscales para con nuestros país. La Fiscalía apoya la denuncia en jurisprudencia tan reciente como una sentencia del Tribunal Supremo del pasado de mayo por la que se condenaba a 21 meses de prisión al jugador del Barcelona Leo Messi por un delito fiscal.
Dado el revuelo mediático suscitado por el caso lo primero que habría que destacar es que nada de lo consignado anteriormente desdice la presunción de inocencia que, como a todo ciudadano, también asiste a Cristiano Ronaldo.
La denuncia de la Fiscalía no es una condena. A través de intermediarios el jugador ha hecho saber que cree que sus cuentas con Hacienda están al día y que por lo tanto sería una discrepancia de criterio de los técnicos de la Agencia Tributaria la que habría dado pie a la denuncia. No es el primer caso ni será el último en el que un contribuyente se ve obligado a pechar y litigar contra una denuncia de esta naturaleza. Para eso están los tribunales.
En este caso será el titular del Juzgado Decano de Pozuelo de Alarcón (Madrid) quien dictará sentencia. Sentencia que si es de condena, Cristiano Ronaldo podrá recurrirla ante el Supremo. Ese es el camino a seguir.
Mientras tanto hay que esperar. Una denuncia de esta naturaleza no es una sentencia firme pese a lo mucho que pueda estigmatizar por cuanto apareja de «pena de telediario».
Creo que Cristiano yerra al no convocar una rueda de prensa y explicitar su versión de los hechos. Y también se equivocan quienes le han sentenciado antes de que el tribunal resuelva el caso. Por lo demás, sí es cierto -como se le atribuye- un reproche por lo «mal que se le trata en España», debería reflexionar. Aquí, y creo que en Portugal se rigen por el mismo principio, la ley es igual para todos. Quien deja de cumplir con Hacienda agravia a todos los que sí cumplimos. En resumen: presunción de inocencia y paciencia hasta conocer la sentencia. Nada de sobreactuar. Esto no es un penalti dudoso. Es algo mucho más serio.

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