Carmen Tomás – En posición de saludo


MADRID, (OTR/PRESS)

El Partido Socialista tuvo sus primarias y Pedro Sánchez se alzó con el triunfo. Un éxito rotundo que de momento parece que ha puesto a sus oponentes en posición de saludo. Al menos algunos de los barones derrotados así lo han expresado. Ahora vienen los congresillos para elegir compromisarios al Congreso, la elaboración de las ponencias y después la formación de los órganos del partido. Ya parece decidido que Sánchez contará con Borrell para los asuntos económicos y que por supuesto prescinde de José Carlos Díez, el gurú de Zapatero y Díaz y que parece ser más gafe que otra cosa.
La cuestión es que la arrolladora victoria de Sánchez no sabemos aún cómo le vendrá al PSOE. Cierto que algunos le llaman ya Pedro Hamon, en alusión al dirigente socialista francés que ha terminado de certificar la defunción del partido. De hecho, parece que hasta le van a cambiar el nombre. Eso lo veremos. Lo que ya se puede asegurar, a tenor de las declaraciones de intenciones que ha venido haciendo Sánchez, es que al país este secretario general le viene muy mal. Seguramente, cuando ya se haya celebrado el Congreso y tenga formados los equipos, quiera dar un golpe de autoridad en el Congreso y presentar una moción de censura. Su idea será copiar lo que hizo Felipe González en tiempos de Suárez, aunque las circunstancias no tengan nada que ver. Y saldrá adelante o no, pero el daño a la imagen de España y a la recuperación puede ser importante.
Hay que tener en cuenta que en alianza con Podemos y otros, se puede dar marcha atrás en la reforma laboral e incluso en lo hecho hasta ahora con el sistema de pensiones. Olvídense de llegar a ningún pacto sobre la Educación y ya veremos qué ocurre cuando los soberanistas catalanes nos planteen más pronto que tarde el golpe de estado que diseñan. Es cierto que los Presupuestos ya están. Incluso que en 2018 no habría problema al poder prorrogar los que se aprueben ahora para 2017, pero es obvio que se van a hacer pocas reformas y que la legislatura, a pesar de que el gobierno ha encontrado apoyos en los nacionalistas para sacar adelante los presupuestos y la liberalización de la estiba, puede no llegar a su fin. Ha dicho Rajoy que no piensa convocar elecciones. De momento, añado yo. La consolidación de la recuperación necesita reformas y a largo plazo para que no sea flor de unos años, sino sólida y duradera. Con Sánchez, olvídese señor Rajoy.

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