Más que palabras – Dimisión anunciada


MADRID, 4 (OTR/PRESS)

Ha sido una dimisión anunciada, aunque en mi tierra Toledo, diríamos que para ese viaje no hacía falta alforjas. Desde el mismo momento en que el juez Eloy Velasco pidió al Tribunal Superior de Justicia de Murcia encausar a Pedro Antonio Sánchez por los presuntos delitos de cohecho, fraude y revelación de información, en el marco del caso Púnica no había otra salida y el PP podía haber evitado tanta polémica. El murciano no ha dimitido, le han dimitido que es distinto, porque lo contrario le podía haber costado al PP el gobierno de esa autonomía, tras el anuncio de presentación de una moción de censura propiciada por PSOE, Podemos y Ciudadanos.
Ayer todos se querían colgar la medalla de esa dimisión: el PSOE apelando a que la propuesta de presentar una moción de censura fue suya, Ciudadanos por su posición decidida contra todo político que sea imputado y el PP haciendo un llamamiento a la gobernabilidad de una región que lleva demasiado tiempo en este impasse. Lo cierto es que la cacareada moción, registrada hace días por el PSOE, debía celebrarse hoy miércoles y la votación mañana jueves y claro ahora con la dimisión de Pedro Antonio Sánchez, la moción decae. De hecho todos los periódicos digitales se hacían eco ayer de que el PSOE la retiró para poder seguir teniendo en su mano la opción de presentarla en otro momento, porque de no ser así ese arma no podrían volver a ser utilizada a medio plazo.
El papelón que le ha tocado lidiar a Fernando Martínez Maíllo estos días como coordinador general, es de esos que no se olvidan. Primero porque el ya ex mandatario Murcia no estaba dispuesto a asumir su responsabilidad en un asunto que ha puesto en entredicho su honorabilidad y ha desgastado a su partido y segundo porque toda la calle Génova había salido días atrás a defender al murciano en una especie de «todos a una» que las últimas acusaciones del juez Velasco han tirado por tierra.
Quienes con el cadáver aún caliente de Sánchez especulan ahora con una resurrección política, si finalmente la justicia dictamina que no ha habido delito, creo que se equivocan. El PP rara vez salvo que eso le diera unos réditos extraordinarios rehabilita a alguien quien ha obligado a dimitir y si lo hace, como ocurrió con José Manuel Soria, en su día termina arrepintiéndose.
¡A rey muerto, rey puesto! y es muy probable que sea el nuevo presidente de Murcia, Fernando Lopez Miras, el candidato también en las próximas elecciones. Sin embargo ahora se abre una nueva guerra porque Ciudadanos a cambio de dar su apoyo al nuevo, exigen renegociar el pacto. Hasta ahora su primer punto, decía que se debía «Separar de inmediato de cualquier cargo, público o de partido, a imputados por corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial» y ahora el partido naranja quiere que se le aparte sin acotar ningún plazo para evitar las distintas interpretaciones que se han hecho estos días. La formación de Albert Rivera quiere el cualquier cargo público deba apartarse en cuanto reciba una citación del juez para declarar como imputado, mientras el PP cree que el momento, la línea roja, es en la apertura de juicio oral, que es cuando consideran que se está imputado formalmente. Ese asunto no es baladí y lo que debería hacerse, de una vez por todas, es que todos los partidos del arco parlamentario se pusieran de acuerdo, aunque en este país ya hace mucho que, para los políticos, no existe presunción de inocencia. La presunción de culpabilidad se ha extendido tanto que los partidos la han convertido en una estrategia efectiva y efectista contra sus adversarios y no van a renunciar a ella así como así. Todos la utilizan contra los demás y se duelen cuando son otros quienes la usan contra ellos. !!!Así va la cosa!!!!!.

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