Cayetano González – Vuelve Sánchez


MADRID, 30 (OTR/PRESS)

Dicen sus afines que lo que le movió definitivamente a presentar su candidatura para aspirar a liderar de nuevo el PSOE, fue el paso dado en la misma dirección por Patxi López, que todos interpretaron en su momento como un golpe letal a las aspiraciones que pudiera tener Pedro Sánchez. Pues bien, el hecho es que el defenestrado secretario general del PSOE en el convulso Comité Federal celebrado el pasado uno de octubre ha anunciado este pasado sábado, nada más y nada menos que en tierras andaluzas, que él está de vuelta y que si, que se presenta como el candidato de la militancia.
El «no es no» a Rajoy que acuño con tanto éxito hace un año por estas fechas caló y de qué manera en la militancia socialista. Hasta el punto que este va a ser su banderín de enganche en la lucha interna que se va a plantear de aquí a mayo en el seno del PSOE por hacerse con el liderazgo del partido. Susana Díaz, que todavía no ha anunciado oficialmente su candidatura, cuenta con el apoyo de gran parte del aparato orgánico del partido y de eso que se podría denominar otros «poderes fácticos» tanto internos como externos. ¿Será suficiente para ganar al candidato de la militancia? Porque lo que parece claro es que con el anuncio de Sánchez, quien ha recibido un golpe letal para sus aspiraciones es Patxi López.
Sin descartar que pudiera haber algún otro candidato «sorpresa» de última hora y sin descartar tampoco que Susana Díaz en su largo proceso de deshojar la margarita, opte al final por no presentarte -a ella lo que le hubiese gustado es la elección por aclamación- es evidente que el anuncio de Sánchez puede poner patas arriba, no sólo el tablero político del PSOE, sino el de la propia política nacional. Porque en el citado anuncio, Sánchez no escondió sus intenciones: quiere liderar de nuevo al PSOE para unir luego a la izquierda y de esa manera desalojar a la derecha del poder. Es decir, lo que el aspirante socialista está señalando es que su estrategia política y electoral pasa por un entendimiento con Podemos, con lo que quede de IU y con los partidos soberanistas de Cataluña. Dicho de otra manera: lo que ya intentó, sobre todo a partir de las elecciones de junio del pasado año y no consiguió.
Por lo tanto, en manos de los cerca de 180.000 militantes del PSOE está el futuro del partido. Algunos pueden pensar que eso es un riesgo, porque un militante no tiene por qué tener un nivel de información tal que le permita evaluar los pros y los contras de una u otra candidatura. Pero el hecho es que las primarias para elegir secretario general, que en sí es un acto de democracia interna muy fuerte, permiten eso: que sean los militantes quienes decidan y no los aparatos. Y en esa tesitura, siempre será mejor apostar por una mayor democracia interna de los partidos.

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