Victoria Lafora – Diálogo, diálogo, diálogo…


MADRID, 23 (OTR/PRESS)

La decisión de los socialistas vascos de facilitar el gobierno del PNV, con el compromiso mutuo de respetar el ordenamiento jurídico vigente, es buena para Euskadi y es buena para España. Como, por otro lado, resulta beneficiosa para el país y su gobernabilidad la abstención del PSOE en la sesión de investidura de Mariano Rajoy. Cosa que la lideresa del PSE, Idoia Mendía, se negó obstinadamente a reconocer.
¿Será por eso por lo que, ahora, en la negociación PNV-PSE, Mendía ha actuado por libre, sin consultar su decisión con Javier Fernández, presidente de la gestora que, de momento, representa la máxima autoridad socialista, digan lo que digan sus detractores? La propia secretaria del Partido Socialista de Euskadi ha reconocido que informó a la gestora cuando el pacto estaba ya cerrado. Menos mal que lo hizo antes de que esta se enterara por la prensa. Todo un detalle. Nos dice Idoia Mendía, sobre el hecho comentado que «No supone victorias ni derrotas de nadie. Estaríamos muy equivocados si hacemos esa lectura de ese acuerdo. Creo que es bueno para el Partido Socialista que siempre ha sido capaz de poner el diálogo, la política, el pacto y el consenso por encima de todo. Es una señal de identidad de los socialistas en general». Fin de la cita.
Hay que ver como cambia el sentido de las cosas dependiendo de quien las analice e interprete. Ese es uno de los males que hoy tienen al PSOE, sumido en la más absoluta melancolía. La falta de una idea común, de una estrategia común, de un proyecto para sí mismo y, fundamentalmente, para la sociedad.
Y eso se soluciona, entre otras cosas, con diálogo. Ese diálogo, pacto, consenso…, del que presume la lideresa vasca, pero que hoy por hoy, y para sí mismos, está brillando por su ausencia. Tiene razón el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, cuando dice que «el PSOE viene de sufrir problemas electorales, desafecciones internas y confrontaciones» y que su comunicación es, sin duda, mejorable. Es de suponer que el presidente habla, entre otras cosas, de la falta de comunicación interna; de la que, por ejemplo, Idoia Mendía escatimó a Javier Fernández, y de la que Pedro Sánchez le ha escatimado a el mismo, al ocultarle su reciente visita a la agrupación socialista de Xirivella (Valencia).
Cosas que pasan. Pero está claro que cuanto más tarde ese partido en restañar heridas, dialogar, consensuar y pergeñar un proyecto serio que ofrecer a los españoles, más y más se hundirá en las arenas movedizas de la indiferencia social. Y eso sí será muy malo para el PSOE y muy malo, sin duda, para España.

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