Cayetano González – La reconstrucción del PSOE


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

Llevará tiempo y no será ni mucho menos una tarea sencilla. Los daños han sido muy importantes y todavía no se ha hecho una evaluación exacta de los mismos, aunque a primera vista los destrozos son grandes. Al bochornoso Comité Federal del PSOE del pasado uno de octubre en el que Pedro Sánchez acabó dimitiendo como secretario general, ha seguido el de este domingo, donde por un significativo 59% contra un 41% se decidió abstenerse en la segunda votación de la investidura de Rajoy. Subrayo lo de significativo, porque ese resultado pone negro sobre blanco lo que es algo más que una evidencia: el PSOE está roto, fracturado en dos, y no sólo entre los dirigentes, sino sobre todo entre estos y la militancia que mayoritariamente era partidaria de mantenerse en el «no es no» al candidato del PP.
Pero ante esta situación, lo más prudente era optar por salvar los muebles y evitar unas terceras elecciones donde todas las encuestas pronosticaban que el batacazo iba a ser aún mayor que el cosechado en diciembre y en junio. Hacer de la necesidad virtud debieron pensar todos los dirigentes que durante estas semanas han ido preparando el terreno para que, como así sucedió, el Comité Federal adoptara la decisión de abstenerse y permitir que Rajoy sea investido a finales de esta semana y pueda formar gobierno.
A muy corto plazo, la tarea de la actual dirección del PSOE, la gestora presidida por el prudente Javier Fernández, es conseguir que en esa votación de investidura no haya demasiado desmadre en las filas del grupo parlamentario. Y aunque va a ser muy difícil que los siete diputados del PSC se avengan a aceptar la decisión del Comité Federal y acaben votando no, eso sería asumible. Pero si a la indisciplina de los socialistas catalanes se unen la de otros diputados que ya han anunciado que se mantendrán en el no a Rajoy, entonces la imagen del PSOE se seguirá deteriorando.
A medio plazo, lo que debería hacer el partido fundado por Pablo Iglesias, el verdadero no confundir con el actual líder de Podemos, es ir a un Congreso donde se repensara a fondo el proyecto socialdemócrata que ha sido abandonado en los últimos años, lo cual no es culpa sólo de Sánchez sino sobre todo de Zapatero, y volver a ser un partido de gobierno en la España del siglo XXI. Para conseguirlo sería fundamental que el PSOE entendiera que su principal adversario en la actualidad no es el PP sino Podemos que querrá aprovechar esta decisión del PSOE de propiciar la investidura de Rajoy para presentarse como el único referente de la izquierda. Pero si el PSOE cae en la trampa de jugar a ser el Podemos moderado de la izquierda, entonces perderá esa batalla y su recuperación tardará mucho más.

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