Francisco Muro de Iscar – Un tiro en el pie, en la cabeza o en el corazón


MADRID, 2 (OTR/PRESS) Tras la dimisión de Pedro Sánchez, en un Comité Federal que lamentablemente pasará a la historia del partido, el PSOE no ha resuelto el problema que causó la crisis y sigue enfrentado a la gran cuestión inmediata de la política española: dejar que gobierne Rajoy, que es como dispararse un tiro en el pie, o dar paso a unas nuevas elecciones, que sería dispararse un tiro en la cabeza. La otra alternativa, la que de verdad quería Pedro Sánchez, formar un gobierno con Podemos y los independentistas sería dispararse directamente al corazón y acabar con el partido para siempre. A eso van a tener que responder los gestores provisionales de forma inmediata. Y todos saben que se juegan el ser o no ser del partido.
Los males del PSOE no empezaron con Sánchez ni él es el principal culpable de la caída permanente y sin freno del partido en todas las elecciones que se han celebrado. La crisis se inició cuando eligieron a Zapatero secretario general y luego alcanzó el poder. Con todos los acólitos aplaudiendo fervorosamente sus errores. Desde entonces, el PSOE ha perdido sus señas de identidad, su criterio y su capacidad de liderazgo profundo de la sociedad y se ha convertido en un partido más cercano al populismo que al socialismo. Sólo hacía falta que aparecieran los verdaderos populistas para que se encendieran todas las alarmas. A Pedro Sánchez le pudo la ambición personal de llegar a la Moncloa, pero todos los miembros del Comité Federal son responsables de haber apoyado primero a Zapatero en sus viajes a ninguna parte y, luego, a Sánchez en su obsesión por hundir a Rajoy a costa de machacar al PSOE. ¿O es que el malo de la película es el secretario general y los que le han respaldado en todas las votaciones internas son inocentes? En cualquier empresa, los causantes de haber llevado a la quiebra a la entidad -el Consejo de Administración en pleno- hubieran sido despedidos y se les habrían pedido daños y perjuicios. En política, no. El poder corrompe y engaña, pero el poder absoluto, que es el que tienen los secretarios generales de casi todos los partidos -incluido Podemos- permite y deifica todo. El margen para los accionistas, los militantes, los electores, es mínimo.

Esa es la responsabilidad de Sánchez. No sólo ha llevado al PSOE a los peores resultados de la historia, sin asumir ninguna responsabilidad, sino que le sume en la peor crisis de su historia, al borde de la división la desaparición. Y ha estado a punto de acabar con el sistema que nos dimos en 1978. En las circunstancias actuales, las de ayer y las de mañana, ¿puede el PSOE gobernar España? «No es NO», sin dudas. Hay que buscar la fórmula para cerrar esta lamentable etapa de la historia de la política española, para que se pueda formar Gobierno ya y para que el PSOE recupere sus señas de identidad y su ilusión, encuentre un liderazgo serio y vuelva a poder aspirar a gobernar España. Necesitamos un PSOE moderno y fuerte. Desde una oposición activa y responsable, y con la ayuda de Ciudadanos, puede centrar la política del PP y permitir una Legislatura de dos o tres años que lleve a cabo reformas importantes. Tiene una oportunidad histórica de recuperar la credibilidad de los ciudadanos. Y el PP debería apoyarle, en lugar de precipitar su destrucción. [email protected]

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