Victoria Lafora – Vuelco en las grandes ciudades


MADRID, 25 (OTR/PRESS)

Han sido los votantes de las grandes ciudades los que han dado un vuelco a los resultados de las elecciones municipales. La irrupción de Ciudadanos y Podemos y la pérdida de las mayorías absolutas del Partido Popular va a llevar a las alcaldías caras completamente desconocidas hasta ahora.
España se incorpora a los modos y maneras políticas de las democracias europeas donde el pacto, los apoyos puntuales o las grandes coaliciones, son el pan nuestro de cada día. En Madrid y Valencia, los dos grandes feudos de la mayoría absoluta del PP, donde se gobernó con arrogancia, no les sirve «medio ganar» porque no pueden contar con ningún apoyo. Lo mismo podría decirse del gobierno autonómico de Aragón, de Extremadura, de las alcaldías de Sevilla y Cádiz, Valladolid….
Los resultados municipales en Andalucía dan una pista de a donde irían los votos en el caso de que Susana Díaz volviera a convocar a las urnas. Pero, posiblemente, el acuerdo que le permita gobernar va a ser uno de los primeros en firmarse.
Mal resultado también para Maria Dolores de Cospedal que ha perdido la mayoría absoluta y que puede costarle o la presidencia de Castilla la Mancha o el cargo de secretaria del PP en Génova. Porque, sin duda, Mariano Rajoy va a tener que hacer cambios en el partido e incluso en el Gobierno si no quiere perder las elecciones generales en unos meses.
El pueblo soberano, mucho más inteligente e informado de lo que creían los dirigentes políticos, ha castigado la mala gestión de Bildu en el Ayuntamiento de San Sebastián porque una cosa es defender a los etarras y otra gestionar una ciudad moderna y cosmopolita como Donosti.
El primer adiós de la noche lo protagonizó Rosa Díez. El estruendoso fracaso de UPyD tiene mucho que ver con su obcecación, con su negativa a cualquier pacto, con las purgas dentro de su formación que le ha llevado a quedarse casi sin representación en Europa. Si la formación magenta tiene alguna posibilidad a de sobrevivir solo podrá ser sin una lideresa que llevó la formación con mano de hierro y como si las siglas fueran su propiedad privada.
La corrupción ha pasado, por fin, factura al partido popular valenciano y ha premiado la brillante labor de oposición de Compromís que puede poner en riesgo el largo mandato de Rita Barbera a quien la fiscalía ha abierto una investigación por las escandalosas facturas de gastos de representación. El «caloret» marcó el declive de la eterna alcaldesa.
Los votantes han querido los pactos y ahora le toca a las formaciones con cargos electos cumplir la voluntad popular.

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