Escaño Cero – «El instinto cainita»


MADRID, 17 (OTR/PRESS)

Pero ¿qué quieren? Me pregunto qué quieren aquellos que ya han comenzado a hacerle la cama a Pedro Sánchez. No han pasado ni seis meses desde que resultara elegido secretario general y ya hay quienes están pensando en que hay que buscar a otro líder.
Sí, ha cometido algunos errores, pero ninguno que justifique que vayan a por él. Por ejemplo tiene una tendencia a las frases-titular, a veces un tanto forzadas, que me parece a mí que se deben más a sus asesores de imagen que a él mismo. Es más, creo que debería de pasar de asesores de imagen porque a veces estos estropean más que arreglan.
Pero a pesar de los errores, Pedro Sánchez ha logrado parar la sangría de votos que sufría el PSOE, al menos es lo que indican las encuestas y eso en sí es un mérito suyo. Quizá le falla el equipo. Algunos de sus colaboradores, sobre todo de sus colaboradoras, sobreactuan. Pura inseguridad y falta de consistencia en gente que no estaba rodada. Pero se aprende viviendo.
De manera que más allá de que no tiene un equipo demasiado potente, lo cierto es que me parece a mí que, al día de hoy, Pedro Sánchez suma mucho más que pueda restar al PSOE.
Que dentro de las filas socialistas haya quién este pensando en descabalgar a Pedro Sánchez lo que evidencia es que el problema de este partido es que empieza a padecer un instinto cainita que antes solo rondaba a los partidos de derecha.
En estos momentos cuestionar el liderazgo de Pedro Sánchez es más que un error, porque eso debilita al PSOE y engorda a «Podemos». El PSOE necesita ofrecer una imagen de estabilidad y no aparecer como una jaula de grillos.
Es evidente que las elecciones autonómicas y municipales serán la prueba del algodón de Sánchez, pero también sería injusto que le pidieran milagros en vista de cómo ha encontrado al PSOE después del tsunami que supuso el paso de Rodríguez Zapatero por el Gobierno y por el partido. De manera que los impacientes de buena fe y los ambiciosos deberían de esperar a que se celebren esas elecciones antes de empezar a mover ficha y a decir que no le ven como líder.
Quienes se dedican a desestabilizar a Sánchez en realidad están sobre todo desestabilizando a su propio partido.
Pedro Sánchez fue elegido democráticamente secretario general del PSOE, y merece que sus compañeros le den la oportunidad de llevar adelante su proyecto para con su partido. Naturalmente si de aquí a unos meses, la frontera son las elecciones del 2015, cometiera grandes errores o el resultado electoral fuera un fiasco, entonces sí estaría justificada una reflexión sobre la conveniencia de su liderazgo.
Pero al día de hoy, si el PSOE quiere sobrevivir tendrá que superar ese instinto cainita que aflora en algunos.

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