Escaño Cero – «Patriotas»


MADRID, 11 (OTR/PRESS)

Reconozco que me produce una profunda inquietud el fervor nacionalista que va acompañado del despliegue de banderas, las marchas con antorchas, los cantos patrióticos.
En España, desde que murió Franco, afortunadamente desapareció toda esa parafernalia. Los gobiernos centrales, tanto los de UCD, como los del PSOE el PSOE y el PP, han tenido el buen tino de darse cuenta de que los españoles estábamos empachados de ese patriotismo trasnochado y fascistoide.
Así que desde que se celebra el 12 de octubre como fiesta nacional se la celebración se lleva a cabo con sobriedad.
Curiosamente mientras el Estado como tal ha optado por esa sobriedad los partidos nacionalistas de algunas comunidades, sobre todo Cataluña, han tomado el camino contrario.
Si en Madrid se celebrara el 12 de octubre como en Cataluña se celebra la Díada lo menos que dirían los nacionalistas catalanes y de otros lugares es que esa puesta en escena les recordaba a tiempos pretéritos.
Pero ya se sabe que es más fácil ver la paja en ojo ajeno que la viga en el propio. De ahí que las celebraciones de la Diada que no dejan de ser una exaltación patriótica, les resulte a los nacionalistas catalanes de lo más normal mientras que, a quienes lo vemos desde fuera, nos sorprenda.
La de este año no es una Díada más por el órdago que en su día lanzó Artur Mas empeñando el futuro de Cataluña a un referéndum que él sabe que no puede convocar pero que hace como si pudiera.
Con su órdago, Artur Mas ha dividido a la sociedad catalana y ha querido presentar al resto de España como culpable de los problemas de Cataluña. Como si el paro, la corrupción, la falta de dinero para la sanidad o la educación fuera por culpa del resto de los españoles y no de la crisis pero sobre todo del gobierno nefasto del tripartito, donde socialistas, Ezquerra e Iniciativa por Cataluña, fueron quienes manejaron los hilos y los que causaron buen parte del desastre económico sencillamente por incapaces. Pero como en política está casi todo inventado ya se sabe que cuando hay un problema interno lo mejor es buscar un enemigo exterior, y en ese caso Artur Mas ha convertido al resto de España en el enemigo que impide el avance de Cataluña. Pero Artur Mas continua a lo suyo, es decir a salvarse, y va apurando los plazos haciendo ver que va a convocar un referéndum que no puede convocar lo que va a alimentar una mayor frustración en amplias capas de la sociedad catalana.
Lo peor es que tanta irresponsabilidad le sale gratis. Ya decía el clásico que el patriotismo es el último refugio de los canallas.

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