El abanico – Prohibido enfermar en verano


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

Los datos son preocupantes: el cierre de camas en los hospitales peninsulares alcanza en verano las 14.000, según datos del sindicato de enfermería SATSE. Un número exagerado si tenemos en cuenta que las enfermedades aparecen no en función de la época del año en que nos encontremos, sino a cualquier hora del día o de la noche. Tampoco es un capricho del enfermo operarse de una apendicitis aguda o de una hernia discal, no, no, ocurre simplemente porque se mueren de dolores y tienen que acudir al hospital más próximo con la sana intención de que le intervengan o le digan si la enfermedad que padece puede curarse en casa o necesita hospitalización.
Dicen los responsables de algunos de estos centros sanitarios que sí han echado el cierre a una o dos plantas, es porque en verano desciende considerablemente el número de pacientes, razón por la cuál sería un absurdo tener camas libres y personal de manos cruzadas. Seguramente tienen razón en sus argumentos, porque siendo cierto que son muchos los ciudadanos que se trasladan de Madrid a Alicante o a la Costa del Sol -por poner ejemplos de lugares que cuadruplican su población en esta época-, también lo es que podrían aprovechar los meses de verano para potenciar el personal y el número de camas en aquellos otros lugares donde más concentración de gente hay. No digo enfermos, que doy por supuesto, me refiero a personas que estando sanas pueden caer enfermas, o tienen un cáncer que necesita un tratamiento que solo pueden recibir en centros especializados.
El temor de los trabajadores sanitarios es que el cierre de muchas de estas plantas sea definitivo y no temporal, lo que obligaría a desviar a los enfermos a centros privados, como ya se está haciendo en Madrid, Castilla-La Mancha, y otras autonomías donde los recortes en la Sanidad Pública son alarmantes.
No es ningún secreto que si el PP gana en la Comunidad de Madrid, su intención es privatizar el mayor número de hospitales posibles, tal y como están haciendo a la chita callando con la educación, la dependencia, las donaciones de sangre, etc, etc. Una política que se han visto forzados a parar por la fuerza imparable de la «marea verde» que llevó el asunto a los tribunales y ganaron pero que los políticos lo intentarán de nuevo cuando no haya elecciones a la vista. De manera que haríamos bien en preocuparnos por lo que ocurre con nuestros hospitales y centros públicos de salud, no sea que pasen a manos privadas antes incluso de lo previsto.

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