Andrés Aberasturi – La Constitución, aquel «papelito del 78»


MADRID, 28 (OTR/PRESS)

Durante una intervención, como invitado en una Herriko Taberna, del hoy tertuliano de moda, el profesor Pablo Iglesias, hace este una serie de afirmaciones que llaman la atención y hasta seguramente podrían resultar algo preocupantes para una mayoría de españoles. Es cierto que critica casi por igual al PP que al PSOE -incluso a Izquierda Unida por no ser radical en sus planteamientos- pero se deslizan en su alocución algunos detalles que no parecen de recibo aunque, naturalmente, lo hace desde su libertad de expresión que hay que respetar, faltaría más, pero no compartir.

Así, califica la Constitución como «papelito del 78», un papelito gracias al cual -eso no lo dice él, lo digo yo- puede el profesor decir las cosas que dice sobre España en España y que difícilmente podría decir ni en Cuba ni en una Venezuela que siempre justifica. Y esta alusión no es demagogia por mi parte; es que ya está bien de que cierta izquierda nos de lecciones de los que debemos hacer aquí mientras bendicen o callan lo que se hace en una dictaduras que tratan de defender aun no entiendo por qué.

En su afán no ya de banalizar e infravalorar la transición y la Constitución española sino de derrotarla con (sus) argumentos, llegó a asegurar que la izquierda vasca y ETA se dieron cuenta desde un principio de que determinados derechos no se pueden ejercer en el marco de la legalidad española emanada de esa Constitución. Y esto es ya mucho más grave porque lo que estaría haciendo el profesor Pablo Iglesias, en definitiva, sería justificar la existencia de ETA y por lo tanto de sus acciones.

Ya sé que no -o quiero creerlo- y estoy seguro de que el señor Iglesias está en contra de los casi mil asesinatos de la banda terrorista, pero asegurar sin más que ETA se dio cuenta desde el principio de lo que, desde su punto de vista, es un error de la legalidad democrática, le pone en un posición moral francamente difícil de entender.

¿Y qué esperanzas ve el profesor en el futuro? Pues la unidad de toda la izquierda para aprovechar esta crisis económica y política y «ahí yo creo que estamos en un momento leninista, en un momento en el que la audacia es absolutamente fundamental para conjurar esos monstruos en forma de fascismo que también amenazan en la situación de crisis europea».

Lo cual nos lleva a pensar que el pensamiento leninista al que debemos tender según el profesor Iglesias, representa la auténtica democracia y que la vieja y desacreditada, por los hechos y la Historia, «dictadura del proletariado» sería la salvación para una Europa decadente y fascista. Sin comentarios.

Pero es que ayer mismo otro tertuliano invitado en representación de los movimientos estudiantiles, volvía a la carga contra la Constitución porque dos generaciones de españoles no la habían podido votar por edad, más que nada, de forma que les era totalmente ajena y prescindible.

Es lo malo que tienen las constituciones, que se redactan, se votan y luego se cumplen con las necesarias enmiendas o modificaciones. Pero, claro, es que si algo caracteriza a una Constitución es su vocación de futuro como cualquier corpus legal y sólo desde una cierta confusión mental se puede aspirar a que cada generación redacte y vote su propia constitución con fecha de caducidad.

Me estoy haciendo viejo, lo sé; mi generación envejece. Pero no tengo muy claro que resulta más antiguo: si pensar que las cosas pueden mejorar con cierta tranquilidad y entre todos o echar de menos la dictadura del proletariado.

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