Mabel Redondo – Entre Bambalinas – La metamorfosis de Isabel Sartorius y el «duende» de Blanca Rey.


MADRID, 8 (OTR/PRESS)

Si hay algo que con el tiempo hemos descubierto de la hasta ahora «enigmática» eterna ex novia del Príncipe es su capacidad para sorprender. Isabel Sartorius ya sorprendió con la publicación de su libro «Por ti lo haría mil veces» donde hablaba abiertamente del problema de su madre con las drogas; fue una convivencia difícil la que mantuvo con su progenitora, experimentó situaciones y vivencias que han marcado su vida y su personalidad.

Son más de trescientas páginas en las que deja al descubierto, como nunca antes lo había hecho, su más profunda intimidad, los secretos de la verdadera relación que mantenía con su madre, su noviazgo con el Príncipe Felipe, su polémica relación con la prensa a raíz de ser una de las más buscadas por los paparazzi de la época, su forma de pensar y sus cambios en la vida, todos estos capítulos narrados en primera persona veían la luz y conocíamos así la otra cara de Isabel Sartorius.

¿Qué por qué una persona que siempre ha huido de exponer su vida privada en el escaparate de lo público decidió sin tapujos contar cosas tan íntimas?: Ella misma dio la respuesta en la primera página de su obra, lo justificó inteligentemente con «la codependencia» que tenía con su madre, algo que ha padecido durante años y que no ha dudado en reconocerlo.

Adentrarte en la lectura de los capítulos de este libro e imaginar a Isabel abriéndose emocionalmente de esa manera resultó impactante, como también ha sorprendido esta semana verla posar con su hija Mencía, una bellísima joven de quince años fruto de su relación con Javier Soto.

Esta primera exposición de la adolescente, ha sido muy criticada por el padre de la criatura, quien considera que esa primera aparición posando en la portada de una revista no la beneficiará en un futuro. Es evidente que Isabel no comparte la opinión de su ex, sobre todo si echando cuentas se confirma que podría haber cobrado cerca de los seiscientos mil euros por el fantástico reportaje en la revista Hola.

Se podría pensar, a juzgar por las cifras que se manejan, que Isabel sigue cotizándose al alza, pero esta es una prueba más de las vueltas que da la vida. Atrás quedan los tiempos en los que Sartorius llegaba a esconderse en los maleteros de los coches para huir de los focos, y de los paparazzis que seguían su día a día. Tiempos en los que era la novia del Príncipe Felipe, y tiempos, los que vinieron después, porque seguía en el punto de mira como «ex» super cotizada.

Y quien de verdad brilló con luz propia fue Blanca del Rey en el merecido homenaje que recibió en el madrileño «Teatro del Canal». La cordobesa se despedía de los escenarios tras más de cincuenta y cinco años bailando, y como no podía ser de otra manera, lo hizo con la «Soleá del Mantón», su creación artística más significativa, impregnada de originalidad y belleza. Mover un mantón de más de cien años que pesa más de veinte kilos no es fácil, pero ella consigue que parezca que tiene vida propia.

Blanca del Rey fue ovacionada, aplaudida y salió por la puerta grande. En su despedida se emocionó y llegó a derramar las lágrimas de la despedida, no sin antes, resaltar el talento de quienes participaron en su inolvidable homenaje: Silvia Durán, Adrián Sánchez, Felipe Maya, Antonio «El Muñeco», Pino Losada, Belén López, Jesús Fernández, Manuel Liñán, Yeyé de Cádiz, Pedro Jiménez «Perrete», Cuquito de Barbate, Olga Pericét y Marco Flores, todos ellos artistas representativos del arte flamenco arroparon, besaron y abrazaron a Blanca del Rey, sin duda un referente artístico que a día de hoy sigue siendo directora y propietaria del Corral de la Morería, o lo que es lo mismo «La Catedral del Flamenco». Para mí será inolvidable olvidar el talento que Blanca del Rey derrocha en el escenario, tuve la suerte de no perderme su despedida.

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