Julia Navarro – Escaño cero – Una propuesta valiente.


MADRID, 28 (OTR/PRESS)

Aún no salgo de mi asombro: el nuevo ministro de Educación, Cultura y Deportes ha anunciado sin titubear que quiere poner coto a las descargas ilegales. Por mucho menos Angeles González Sinde cayó en desgracia y sufrió el acoso de los internautas «piratas», amén de recibir más de un reproche de algunos compañeros del Consejo de Ministros.

Yo no sé si José Ignacio Wert no sabe en qué lío se ha metido o es que sabiéndolo ha decidido que la Justicia ha de ser igual para todos y que lo que no se puede robar en unos grandes almacenes o en la tienda de la esquina tampoco se puede robar en la Red.

Que Internet es un espacio de libertad es innegable, pero la libertad nada tiene que ver con el robo de la propiedad intelectual, y es en ese punto donde vienen chocando quienes defienden que libros, discos, películas, ensayos, etc, no pueden ser «gratis total» en la Red.

Naturalmente que deben ser más baratos que en la tienda, pero sin olvidar que quien pasa años escribiendo un libro, o una canción, o invierte su dinero en una película, tiene derecho a cobrar por ello.

Desgraciadamente los autores del género que sean, cine, libros, tv, teatro, etc, tienen las mismas necesidades que el resto de los mortales: pagar la letra de la casa, el colegio de los niños, el recibo de la luz, el pan… De manera que no pueden regalar su trabajo que es lo que pretenden quienes comportándose como unos desaprensivos cuelgan la sobras en la Red poniéndolas al alcance de todos sin pagar un euro. El «gratis total» es un signo de incivilización que no se puede justificar en ningún caso.

Si José Ignacio Wert logra acabar con las descargas ilegales y que a los creadores no les roben su propiedad intelectual habrá justificado con creces su función como ministro, demostrando además una valentía notable teniendo en cuenta que hasta ahora los políticos suelen arrugarse ante las rebeliones que por este asunto se suceden en la Red.

Yo sinceramente no termino de comprender cómo personas inteligentes y sensibles pueden defender las descargas ilegales. Yo conozco a gente, demasiada, que no tiene ningún sentimiento de culpa cuando se descarga ilegalmente un libro o una película. Creen que tienen derecho a ello. Naturalmente son personas incapaces de ir a unos grandes almacenes y llevarse sin pagar ese mismo libro o esa misma película en vídeo. De manera que no entiendo el resorte mental que les lleva a robar en Internet y a no hacerlo en un supermercado.

Para cualquier autor es estupendo que su obra esté disponible en la Red, pero eso sí, disponible significa que quien quiera acceder a esa obra pague previamente a descargarsela.

Hace unos días hemos visto cómo en Estados Unidos no se andan con bromas en lo que al robo en la Red se refiere, y un joven español que había accedido ilegalmente al nuevo disco de Madonna se ha visto ante la Justicia.

Ojalá José Ignacio Wert sea capaz de poner en marcha unas medidas claras y disuasorias y acabar con el problema que supone el robo de la propiedad intelectual. Un país moderno y democrático no puede aparecer entre los primeros del ranking de los países que más roban en la RED. Es sencillamente vergonzoso y habla mal de nuestros país o por ser justo, habla de nuestros poderes públicos, de los gobernantes que han mirado hacia otro lado por cobardía e incapacidad para hacer frente a un problema de este cariz.

De manera que bienvenido señor Wert, y ya digo, ¡ojalá! sea capaz de mantener lo que ha dicho que va a hacer.

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