Julia Navarro – Escaño Cero – Más vale tarde.


MADRID, 21 (OTR/PRESS)

Dice el refrán que más vale tarde que nunca, de manera que bienvenida sea la tímida autocrítica hecha pública en un documento por unos cuantos dirigentes socialistas. Efectivamente, tal y como reconocen estos dirigentes, el PSOE no ha perdido las elecciones exclusivamente por la crisis económica sino por otras muchas causas, la principal que se alejaron, incluso yo añado que traicionaron, a su electorado.

Pero hay más. Por ejemplo, el hecho de que Zapatero y su Gobierno crearan problemas donde no los había en unos casos, y en otros atizaran el fuego. Amen de que a Zapatero le faltó «talante» y decidió gobernar para una parte de la sociedad pero no para toda la sociedad.

El abrir el Estado autonómico en canal, está en el «debe» de Zapatero y de los suyos, por supuesto de sus ministros, algunos de los cuales firman ahora el manifiesto de autocrítica. O promulgar leyes para las que no había demanda social y, sin embargo, provocaban una fuerte controversia, por ejemplo, el que las niñas puedan abortar a los dieciséis años sin que sus padres se enteren.

No, no solo han perdido las elecciones por, primero negar la crisis, y luego gestionarla mal, sino por cómo han gobernado. Y el culpable no es solo Zapatero. Es fácil echarle a él la culpa del desastre. Responsables son todos, los que se sentaban con él en el Consejo de Ministros sin replicar, defendiendo políticas que chocaban contra los ciudadanos, y los «dirigentes» del PSOE que, igualmente, callaban defendiendo la acción del Gobierno que cada día les alejaba de sus votantes. En cuanto a los «notables» y «ex» también son corresponsables puesto que no fueron capaces de alzar la voz y provocar al menos un debate en el seno de su partido porque todos ellos padecen del mal llamado «patriotismo de partido».

Es evidente que el PSOE necesita un nuevo proyecto, y cuanto más alejado este ese proyecto del proyecto Zapatero mejor. Los socialistas tienen que recuperar el proyecto socialdemócrata, adaptado eso sí a las necesidades y carencias de nuestra sociedad. En cuanto a los nombres es evidente que los proyectos van unidos a las personas y que por tanto son creíbles en la medida de que ese proyecto lo represente una u otra persona. No basta decir que se ha cambiado, sino que tiene que ser creíble ese cambio.

No sé por qué ese empeño de buscar el futuro del PSOE en los dirigentes actuales. Los socialistas tienen, afortunadamente, en sus filas a muchas personas valiosas que no han estado en primera fila y que son profesional y políticamente consistentes. Porque si algo necesita el PSOE es consistencia ideológica y política.

Saben, pienso en todas aquellas personas que desde la afinidad unos, la militancia otros, se atrevieron a decir en voz alta a Zapatero y a sus Gobiernos que habían emprendido el camino equivocado fueron condenados al ostracismo. Pero así es la política y así son los políticos, primero se comportan de manera sectaria y arremeten sin piedad contra quien disiente de ellos, luego cuando las urnas les ponen en su sitio entonan el «mea culpa», pero, mientras, han dejado en la cuneta a gente valiosa.

Termino como empezaba: más vale tarde que nunca, aunque comprenderán que no les va a ser fácil que los ciudadanos se vuelvan a fiar de ellos. A veces, las travesías por el desierto son purificadoras.

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