Fermín Bocos – Una casta política insolidaria.


MADRID, 2 (OTR/PRESS)

¡Claro que hay motivos para estar indignados¡ Incluso para más que eso. Resulta que cuando en todas partes prima el discurso del recorte de las prestaciones sociales, de los salarios a la baja, de las pensiones en el congelador, de los despidos o no renovaciones de contratos de interinos, y, en Cataluña, además, de quirófanos que cierran los fines de semana y de ambulatorios que desaparecen, ningún miembro de la clase política -lo exacto sería hablar de casta política-, nadie, como digo, dice ni pío acerca de los privilegios de algunos de los suyos. Es el caso de los antiguos presidentes de la «Generalitat», Jordi Pujol y José Montilla. Los datos son como siguen: como «ex» presidentes cobran el 80% del sueldo que recibían cuando ocupaban el sillón principal del Palau de Sant Jordi por un período equivalente a la mitad de los años de mandato.

Pujol estuvo 23 años en el cargo. En el caso de Montilla, cobrará un mínimo de cuatro años, a razón de 115.224 euros anuales sin cotizar a la Seguridad Social, más el 60% del sueldo al alcanzar la edad de jubilación (86.418 euros);más una oficina con presupuesto ,más tres asistentes ,más guardaespaldas y más chofer y coche oficial. El coste de todos estos servicios, sin contar el sueldo ya mencionado, ronda el medio millón de euros anuales.¡Una barbaridad¡ Pero no queda aquí la cosa porque resulta que ahora, al señor Montilla, el Parlament de Catalunya tiene previsto designarle senador a petición del Partido Socialista y no hay nada en la ley que le impida cobrar, también, la retribución prevista para quienes ocupan un escaño en el Senado. Sí por decoro y congruencia política (el caballero dice ser socialista), no renuncia a cobrar éste segundo sueldo o el primero de «ex», como senador, se embolsará 2.813 euros al mes, más otros 1.822 euros en concepto de dietas, tendría viajes pagados por España y tarjeta de taxi para desplazarse por Madrid (3.000 euros anuales). Sí, además, fuera portavoz de alguna comisión, podría redondear la cosa con otros 697 euros.

Montilla y Pujol no son los únicos que tienen derecho a estas bicocas vitalicias, otras comunidades autónomas también han creado chollos parecidos para sus antiguos mandatarios con la anuencia de todos los partidos: hoy por ti, mañana por mí. Un escándalo. Está claro que hay que revisar este tipo de jubilaciones tan millonarias como insolidarias. De no hacerse y pronto, la indignación de los ciudadanos abrirá camino para algo más que ocupar una plaza o salir a la calle con una pancarta.Al tiempo.

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