MADRID, 11 (OTR/PRESS)
Desde el «ETA da un paso más», hasta el «ETA hace el comunicado de siempre», pasando por «ETA anuncia un alto el fuego permanente, general y verificable», o las apreciaciones que el comunicado ha merecido a Rodríguez Zapatero: No habrá diálogo, el Gobierno no va a bajar la guardia, o ETA tiene que abandonar las armas y respetar las leyes», pasando por las opiniones de Pérez Rubalcaba, Patxi López o Marcelino Iglesias…, podemos encontrar toda suerte de matices y de apreciaciones, pero todas coincidentes en poner de relieve le desconcierto que la banda ha producido con un comunicado que no era, ni mucho menos, el esperado. Se confiaba en que la banda diera un paso más, y anunciara el final de su tiempo de casi medio siglo de crímenes, y de casi medio millar de asesinatos, y en cambio, vuelve a decirnos cómo debe resolverse lo que llama una solución al secular conflicto vasco. No termina de enterarse de que ese secular conflicto se llama ETA, y que su desaparición, por extinción o por derrota, será, definitivamente, lo que termine con «el secular conflicto político».
En conclusión, bien puede asegurarse que el comunicado ha defraudado. Las reacciones de los partidos y de los políticos ha sido unánime. Las nuevas opiniones expresadas por la banda no son suficientes, no es eso lo que cabe esperar de la banda. Lo único que tienen que hacer es abandonar las armas y respetar las leyes vigentes, sin esas pretensiones absurdas de querer seguir siendo interlocutores imprescindibles y negociadores del grado de territorialidad, derecho a la autodeterminación y hasta independencia para la famosa Euskal Herría de su invención y del iluminado Sabino Arana…
Posiblemente, quien más matices ha proporcionado a su reacción haya sido el vicepresidente y ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha mostrado su decepción porque, como ha dicho ahora y viene diciendo desde hace meses, «el único comunicado de ETA que queremos leer es el que declare el fin irreversible y definitivo» del terrorismo. El vicepresidente y ministro del Interior resumió sus impresiones respecto al alto el fuego etarra: «No es una mala noticia pero no es la noticia». Rodríguez Zapatero insistía en que sólo se espera ese comunicado de final de trayecto, que anuncie el fin de la banda. Sólo vale el fin de la banda terrorista. Y en la misma línea se manifestaban los portavoces del PP o del PNV: El único comunicado, el único anuncio, que se espera de la banda es su propio final. Que se quite de en medio de una vez, que deje de molestar por más tiempo. Ahora puede suceder lo que algunos ya observan: que los terroristas se aferran a sus mediadores, al apoyo de ciertos expertos internacionales al margen de los gobiernos español y francés, entre ellos cuatro Premios Nóbel y el abogado sudafricano Brian Currin. También es grande la coincidencia: No son necesarios, también sobran. Como la propia banda…
