MADRID, 3 (OTR/PRESS)
El ex ministro del Interior de Aznar, Jaime Mayor Oreja, reiteraba en la reunión de directivos del PP desarrollada en el Parador de Toledo sus tesis bien conocidas de que el Gobierno mantiene reuniones con la banda ETA tanto para alcanzar una nueva «tregua trampa» como para lograr que los «abertzales» probatasunos hallen cabida en las próximas listas electorales de Euskadi y Navarra. Mayor Oreja planteó una vez más la necesidad de que el PP no baje la guardia sobre una posible incursión de la izquierda abertzale en las instituciones vascas tras las elecciones de mayo próximas.
Paralelamente, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que se mantiene «escéptico» sobre la voluntad de ETA de declarar una tregua o de anunciar que abandona las armas, una cuestión que, ha subrayado, «no tiene nada que ver» con la reducción de escoltas en el País Vasco. «Lo que es seguro es que todo aquel que lo necesite, seguirá protegido», ha defendido. En declaraciones a RNE, Rubalcaba no ha querido profundizar en la polémica suscitada por la reducción de los profesionales encargados de la seguridad de las personas amenazadas por ETA. «De escoltas no hablo», ha afirmado el ministro, quien no obstante ha dicho que estaba particularmente «sorprendido» por las críticas vertidas por personas que necesitan este tipo de protección. El titular de Interior ha reconocido que «se habla mucho» de que ETA tiene que adoptar alguna decisión para «apuntalar la política de la izquierda abertzale», aunque para Rubalcaba este debate no tiene fundamento. «Lo único que sabemos de ETA es que no está dispuesta de abandonar la lucha armada», ha asegurado, «por lo que la izquierda abertzale o consigue que ETA deje la lucha armada o se tiene que desligar de ella». El ministro ha insistido en que el Estado «está más fuerte y ETA más débil que nunca», si bien ha puntualizado que la organización terrorista sigue intentando atentar. Por ello, ha trasladado un mensaje a la cúpula de la banda -«alguien debe mandar», ha dicho- y es que «debe sentirse muy intranquilo» teniendo en cuenta que «los últimos jefes han acabado todos en la cárcel».
De otro lado, según una información que hoy proporciona el Diario Vasco, la izquierda abertzale ha diseñado una hoja de ruta para un proceso de paz y de profundización democrática que contempla un alto el fuego permanente de ETA bajo verificación internacional, una mesa de negociación en la que participen todas las formaciones políticas vascas, la derogación de su ilegalización y trabajar por la reparación o reconciliación de todas las víctimas. Así se recoge en un documento debatido en los últimos meses al mundo de Batasuna para tratar de hallar su adhesión. El texto, titulado Acuerdo sobre las Condiciones Mínimas y Suficientes para el Desarrollo del Proceso Democrático, y que cuenta con el apoyo de las bases, sintetiza en tres folios la estrategia que pretende aplicar Batasuna. El contenido concreto del acuerdo establece que para desarrollar el proceso democrático de manera satisfactoria es preciso, en primer lugar, un alto el fuego permanente de ETA, aceptar que todas las fuerzas políticas vascas participen en las negociaciones multipartitas, el reconocimiento de los derechos civiles y políticos vascos, derogar las medidas que responden a políticas penitencias de castigo, trasladar todos los presos vascos a prisiones de Euskadi… Distintas voces de un mismo problema sin resolver.
