José Cavero – Pacto educativo e inmigración.


MADRID, 20 (OTR/PRESS)

En dos materias sensibles está queriendo tener protagonismo político el PP. En materia de pacto educativo ha dejado perpleja a la otra parte con sus propuestas, que el ministro Gabilondo ha calificado de electoralistas. En materia de inmigración deja perplejos a muchos más, que han recordado que la obligación de empadronar a todos los inmigrantes, sin requisito alguno de «papeles» la impuso, precisamente, el entonces ministro Rajoy, y de la que ahora se vienen descolgando no pocos dirigentes populares.

Curiosamente, en efecto, el PP ha encontrado un inesperado filón electoral en la polémica sobre la decisión del Ayuntamiento de Vic (Barcelona) de no empadronar a los inmigrantes irregulares. El partido se ha tomado la precampaña de las elecciones catalanas de este año como un ensayo de las generales y la inmigración se adivina como un potencial argumento para atraer votos. Su candidata, Alicia Sánchez Camacho, presidenta del PP catalán, presentó ayer sus carteles de propaganda afirmando que los ejes de su campaña serán la lucha contra la crisis y la delincuencia y el fin de la inmigración irregular. «El padrón no puede ser la puerta de entrada de la inmigración ilegal. Es la punta del iceberg. En Cataluña y España no cabemos todos», avisó la dirigente popular. Eso sí, ha añadido que no se trata de negar derechos a los inmigrantes. Y, mientras tanto, su correligionario Cristóbal Montoro acusa al Ayuntamiento de Vic de conducta xenófoba…

Y es que no cesan los comentarios que suscita el Gobierno municipal de Vic, una coalición entre CiU, ERC y PSC, que ha propuesto -y no ha llevado a cabo aún- la medida restrictiva que podría dejar a los inmigrantes irregulares sin acceso a servicios básicos como educación o sanidad. Vic espera instrucciones del Ministerio del Interior sobre qué conducta debe tomar con los inmigrantes irregulares. Pues, bien, en esta espera, Sánchez Camacho ha acusado al Gobierno de pasividad y se ofreció a cubrir ese vacío, avanzando que el PP catalán propondrá a la dirección nacional una reforma de la Ley de Extranjería. Camacho, que apuntó que hay guetos y marginalidad en Cataluña y España, se resistió a dar detalles sobre cómo debería ser la reforma, al alegar que está pendiente de perfilarse esta semana. ¿Usted le negaría a un inmigrante sin papeles el acceso a la sanidad o a la educación?, se le preguntó. «¡Pues claro que no! ¿Cómo voy a hacer algo ilegal? La legalidad es la que es y se debe cumplir siempre. Este es un debate serio que tienen que afrontar sin complejos los políticos». La dirigente popular catalana, que centrará su campaña en el área metropolitana, bastión de los socialistas, aseguró que «en ningún caso» se trata de restringir servicios a los inmigrantes.

Pero, como indicábamos, las fisuras empiezan a aparecer en el PP en este terreno. Cristóbal Montoro, su coordinador económico, recordó los efectos «enormemente positivos» generados por la inmigración. «Hay que reconocerles sus derechos», aseveró. Y denunció que la postura de Vic responde a conductas «xenófobas» provocadas por los socialistas y los partidos nacionalistas. Lejos de la postura de Montoro, Sánchez Camacho ha sido más suave con Vic, donde el PP carece de representación desde 2003, cuando perdió su edil en beneficio de la Plataforma per Cataluña, que ataca a la inmigración sin tapujos y que en 2007 pasó de un escaño a cuatro. Camacho rivaliza con CiU en el discurso de más mano dura con la inmigración. De hecho la federación nacionalista ha sido la única que ha defendido a Vic. El Gobierno catalán ha evitado, sin embargo, hacer reproche alguno a esa localidad, garantizando, en cambio, que los ayuntamientos están empadronando a los inmigrantes. Se cree que una vez que hable el Gobierno central, el ayuntamiento de Vic regresará a la legalidad y reanudará el empadronamiento de los inmigrantes…

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