José Cavero – Serias dificultades en el diálogo social


MADRID, 4 (OTR/PRESS)

Hasta ahora, y durante toda la crisis, la mesa del diálogo social que constituyen los dos principales sindicatos, UGT y CCOO, las patronales CEOE y Cepyme, y el Gobierno, representado por el Ministerio de Trabajo, han sido objeto de una queja permanente: pese a haberse depositado en esa mesa de diálogo tosas las esperanzas de que los agentes sociales hicieran alguna aportación sustancial a la solución de la crisis, particularmente en lo relativo a la reforma del mercado laboral y alguna otra reforma, el diálogo no ha dado nada de sí. En las últimas semanas, y forzados ya por una opinión pública cada vez más apremiante y por presiones crecientes, los negociadores de esta mesa parecían dispuestos a hacer nuevos esfuerzos y, finalmente, llegar a alguna clase de acuerdo que diera satisfacción de las tres partes, Gobierno, empresarios y trabajadores. Sin embargo, desde la tarde del jueves empezó a tenerse información sobre crecientes y graves tensiones que llegaban a amenazar a la mismísima existencia de la mesa del diálogo. Y hoy, sábado, son varios los periódicos que, alegando distintas razones, insisten en las muy serias dificultades por las que atraviesa ese diálogo, y que acaso hayan dado la puntilla a un diálogo hasta ahora ineficaz.

Una de las primeras versiones del choque entre los participantes en esa mesa, la proporcionaba La publicación de Internet «El confidencial», Carlos Sánchez, excelente fuente informativa en materias económicas y laborales, hablaba de «crisis de las gordas» en el diálogo social, y relataba que CCOO y UGT se habían levantado el jueves de la mesa, llegando incluso a amenazar con una huelga general. «Nunca antes se había tensado tanto la cuerda de los agentes sociales» decía el cronista. Y sobre las cursas, mencionaba el último documento presentado por Moncloa, más en línea empresarial que sindical. El representante de Zapatero, Vallés, provocó incluso hasta proferir gritos a los sindicalistas Górriz y Ferrer. Se había discutido la extensión del seguro de paro a los colectivos que han dejado de percibir estas ayudas, así como la reducción de cotizaciones a la seguridad Social para contingencias comunes. La postura de presidencia llegó a ser considerada una agresión por los sindicatos.

En su versión de hoy, el diario La Vanguardia también se ha señalado ese abandono de la mesa por los sindicatos, después de que la patronal exigiera un nuevo contrato, y sobre la rebaja de las cotizaciones, destacaba que los empresarios reclaman una rebaja de cinco puntos. Mar Díaz Varela también habla en su relato de las distancias insalvables entre los interlocutores sociales: mientras el Gobierno parece conformarse con un acuerdo de mínimos, la CEOE no está dispuesta a firmar un acuerdo que no incluya una rebaja de los costes del empleo y del despido. A su vez, CCOO quiere alcanzar un cambio de modelo económico que protejamos a los parados, y en este aspecto coincide con UGT, que se resiste a que se producta cualquier reforma laboral. Según este relato, el único punto de absoluta coincidencia de los agentes sociales es el rechazo unánime a la propuesta de acuerdo para el diálogo social elaborado por la Moncloa, en la que el Gobierno propone un subsidio temporal de 420 euros para los parados a los que se le agiten las prestaciones, que beneficiaría a 200.000 desempleados. Tampoco complace la propuesta de que mejore la intermediación de las empresas de trabajo temporal ni la reforma de la negociación colectiva.

Otra versión es la que hoy ha proporcionado a sus lectores el diario económico El Economista, que no ha dudado en hablar de «incendio del diálogo social», y asegura que la negociación se tensa y hace tambalearse el principio de acuerdo dotado con 19.000 millones. La CEOE y los sindicatos relevaron sus exigencias al Gobierno al plantear por separado, un nuevo paquete de máximos. A su vez, es llamativo el titular de Público, que ofrece su propia y singular versión: Zancadilla al pacto social. Los empresarios se radicalizan. La patronal pone en crisis el diálogo tras un almuerzo con Rajoy. Relata que los sindicatos se levantaron de la mesa ante la pretensión de CEOE de abaratar el despido mediante un contrato con sólo ocho días de inmunización, y la exigencia empresarial de rebajar las cotizaciones sociales cinco puntos. Más esperanzadora es la versión de El País, al señalar, primero, que «el fiasco del jueves no supone, en todo caso, la ruptura de las negociaciones». El lunes hay previsto un nuevo encuentro, aunque no se descarta que pase al jueves. Pero la cita de la semana próxima no evitó que ayer el secretario de Comunicación de CC OO, Fernando Lezcano, reclamara a Zapatero que tomara cartas en el asunto para «reconducir» la situación, atendiendo a que es Moncloa, y no Trabajo, quien coordina esta ronda de negociaciones. Este diario hace un repaso a unas cuantas dificultades ahora mismo existentes en el diálogo social.

JOSE CAVERO

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído