Carmen Tomás – Desde el parqué – Lo peor no ha llegado


MADRID, 6 (OTR/PRESS)

Un año después de que salieran a la luz en Estados Unidos las hipotecas «subprime» y se empezaran a notar sus efectos sobre el dinero disponible para la función de los bancos que no es otra que prestar dinero, las cosas no han mejorado y nadie se atreve a pronosticar el final del túnel.

Tanto es así que sus causas no están únicamente reflejándose en las economías y su potencia de actividad sino en las bolsas. Los mercados temen que la falta de crédito y los problemas que provoca en el crecimiento y el empleo, unido a la subida del precio de las materias primas, acabe afectando y gravemente a las entidades financieras. Es el caso de España y el aumento de la morosidad.

Hasta ahora, se pensaba que al no haber en España hipotecas «subprime», la banca sería inmune. No todos lo decían, pero ya se ha visto que se equivocaban. La falta de crédito unido a nuestros problemas de caída del consumo y de parálisis del sector de la construcción puede llevar a bancos y cajas a contabilizar los impagados y los morosos por decenas de miles. Esta preocupación se está reflejando en la Bolsa. Es verdad que hay encima de la mesa otros asuntos como los malos datos de empleo de Estados Unidos o las palabras del presidente del BCE quien alerta de que las tensiones inflacionistas no han terminado, pero sin duda al IBEX empiezan a escocerle los problemas internos.

Esta semana, el selectivo español se ha dejado un 4 por ciento y en lo que va de año acumula una caída cercana al 30 por ciento. El IBEX está en el peor nivel en lo que va de año. Apenas llega a los 11.150 puntos. Todos los valores han sufrido, aunque especialmente lo ha hecho la banca. Tan sólo el viernes se salvaron Acciona y Endesa inmersos en rumores de divorcio con la italiana pública Enel con la que comparte la propiedad de la eléctrica española (por poco tiempo).

Las perspectivas no son especialmente buenas para la Bolsa española. Pocos se atreven a pronosticar por dónde van a ir las cosas en los próximos meses. De lo que no cabe la menor duda es de que Estados Unidos no está en su mejor momento, a pesar del dato del PIB del segundo trimestre, que Europa tambien ralentiza su actividad y que España más pronto que tarde entrará en recesión. Lo peor está por venir y las bolsas no van a ser ajenas. Ya están anticipando, de hecho, malos tiempos.

Carmen Tomás.

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