EL CABALLO DE CALÍGULA
(Cayo Julio César Germánico)
Cada día y con indignación creciente. leo en la prensa, tantas barbaridades, tantos casos concretos de corrupción, de falta absoluta de escrúpulos, de amoralidad manifiesta, de -en definitiva- «desintegración social», que me temo que va llegar el momento que volvamos a ver de nuevo en algún parlamento o senado, «al caballo de Calígula», el que como sabemos fue posiblemente el mayor abuso de poder, llevado a la práctica por tirano alguno, el que manchado en sangre, ahíto de todos los vicios y aberraciones inimaginables, loco de atar, aún se mofa de sus gobernados imponiéndoles aquel caballo togado, que fue la más indigna estampa que quizá se representara en el antes famoso, serio y fuerte, Senado del Imperio Romano, o quizá mejor dicho de…»La República de la Ciudad de Roma».
Es claro que de forma parecida, la corrupción avanza dos milenios después y la sociedad ahíta en goces, vicios e irresponsabilidades, parece ser que como ocurriera en la decadencia de aquel famoso imperio, camina hacia una autodestrucción, sin que por otra parte pueda ser achacada de nuevo a «los bárbaros», ya que los bárbaros están dentro del nuevo imperio y «en el todo vale», se huele ya la descomposición social en grandes áreas del mundo y donde «todos los sistemas» parece ser que han fracasado «y ya nadie sabe dónde agarrarse», salvo al dinero, al oro (mítico o real) pero al que se aspira de la forma más exacerbada y buscando la rapidez en conseguirlo y ello a costa de lo que sea.
Las palabras austeridad, disciplina, ahorro, honestidad, equidad, justicia, servicio y tantas otras, llenas de contenido, han quedado anuladas de los diccionarios humanos, hoy «los horizontes están perdidos» y “el caballo de la sociedad de consumo”, parece ser «el quinto jinete del Apocalipsis», el que en un galope desenfrenado y arrasador, acabará en una autoconsunción de todo lo que ha creado, ya que el individuo o lo que es peor aún -las masas- solo piensan en consumir, tener más para consumir más; creo que nadie o muy pocos se preguntan si es mejor «tener que ser», o si por contra es mejor «ser, que tener»… aunque la triste realidad es que… ¿Que es o que será el ser…?… Misterio, misterio, misterio,
Pero de cualquier forma yo hoy estoy bastante harto de todo y por ello me desahogo escribiendo «esto».
Jaén 12 de mayo de 1992
Junio de 2019; o sea 27 años después, lo publico de nuevo, puesto que más o menos, lo podía haber escrito esta misma mañana.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
Jaén: 26 de Junio del 2019