No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Nuestra Señora de París… «Ha ardido»

Nuestra Señora de París… “Ha ardido”

Y “curiosamente” el triste y lamentable hecho se produce, precisamente al principio de la “semana”, en que más se resalta la religión por la que existen los templos cristianos; y ese es de los “primerísimos” mundiales; por lo visto, “a Dios no le importó mucho ello”; cosa que para los agoreros, supersticiosos y demás similares, bien puede tener el significado que les quieran dar “y según caletre”.
Lamentable esa destrucción y por cuanto, para mí, es inexplicable, hoy, habiendo, “tantísima y avanzadísima tecnología punta, con innumerables sistemas de detección de incendios”; a lo que sumo, la vigilancia personal y humana, que suficientemente desplegada, bien pudo en el momento del incendio, poder apagarlo sin gran dificultad… ¿tan pocos hombres había vigilando ese grandioso monumento y sus obras; y sus técnicos responsables, no pensaron en prevenir todo ello, precisamente por la combustión rápida, de los componentes medievales de la gran obra? No lo entiendo.
En fin, ya y como se dice en el sabio dicho campesino español… “ya muerto el burro, la cebada al rabo”. Y “el rabo que les ha caído a los franceses”, es la reconstrucción del gran monumento, puesto que son los franceses los únicos que han de costear su reconstrucción, y más los de París y alrededores, puesto que toda esa gran zona, se nutre del masivo turismo que reciben cada año; y ese monumento, es de los más principales de la capital de Francia.

Resalto y sonrío con toda la socarronería que poseo, al recordar las manifestaciones del presidente galo (Sr. Macrón) el que con toda la contundencia del político, que encuentra al paso, un argumento que le beneficia enormemente para su permanencia en el cargo y “chollo correspondiente”. Afirmó que se compromete que en cinco años, el monumento no sólo será reconstruido, sino incluso más bello o majestuoso; cosa que también me hacer reír mucho; puesto que primero, los técnicos apropiados (si es que existen o los encuentran) han de hacerle, más que una radiografía, algo así como “una autopsia”; luego estudiar qué tipo de materiales van a emplear, y lo más importante, los artistas que de verdad puedan reproducir todo lo artístico y monumental que haya sido destruido; todo ello y por lógica, requerirá más que varios años, varios lustros, o varias décadas; pese a que el dinero no va a faltar, según indican las fabulosas donaciones que ya han aportado los propios franceses, preferentemente las grandes fortunas y que sus ingresos vienen, “del ancho mundo”.
Los templos y para mí; y de cualquier religión; tienen un interés relativo, puesto que en general, todos destacan por “la ostentación material de sus contenidos interiores y exteriores”; además y en general, todos tienen dentro o muy próximos; “tiendas” donde te venden todo tipo de “recuerdos o abalorios”, de la deidad o deidades que encierran; puesto que la realidad que impera es lo material, el negocio y cuanto mayor mejor para el complejo, conjunto, o clero sacerdotal que sea. En esto es lo mismo ahora que hace miles de años y por cuanto cuentan los sabios o escritores que vivieran aquellas épocas, de “otros dioses, o el supremo de siempre, pero con diferentes nombres o denominaciones”.
En París he estado varias veces, y sólo una he visitado el citado templo; y en una de las posteriores escribí lo que sigue… “Nos dirigimos «al París Turístico» (hoy toca visita turística diurna) y sobre las diez de la mañana nos detenemos en la primera visita, que es a la catedral, o sea «Nuestra Señora de París»; yo estoy tan cansado que, «la media hora que nos dan de tiempo», la paso cómodamente recostado en el asiento del autocar, no me seduce la visita, por cuanto -repito- ya he estado otras veces y para mí no merece la pena volver a ver, «lo visto y visto con todo detenimiento en otro de mis viajes»; y por otra parte, este es el lugar más visitado (junto a la famosa torre) y por tanto, «hay multitud de visitantes y aquello es en este momento, una Torre de Babel».
París y en general Francia es un país “muy caro” y “muy incómodo” para el viajero o turista en general, puesto que se practica el exprimirlo cuanto más mejor y sin consideración alguna; tan es así que en mi primer viaje, hace ya casi cuarenta años (1984) les dediqué lo que sigue… “los franceses son tan ridículos, que son capaces de afeitar hasta los huevos… y de sus pelos, hacer brochas de afeitar”; por tanto hay que tener muchas ganas de volver a tan “famoso lugar o lugares que yo visité y que desde luego, no he pensado en volver mientras viva”.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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