No más Mentiras

Antonio García Fuentes

El padre mar y La madre tierra

El “padre mar” y la “madre tierra”

Y si nos queremos remontar un poco más; añadiríamos el que ambos son hijos del “Sol” y éste a su vez, lo es, de, “eso que denominamos Creación”, puesto que profundizar más, es cosa de sabios y yo indudablemente no lo soy.
Pero es verdad; se habla, de que incluso algunos pueblos aún adoran, a “la Madre Tierra”; pero nadie (que yo sepa) calificó o adoró al padre “de las criaturas y vida que nace en la corteza terrestre”; y ese no es otro que… “El Padre Mar”; ¿el porqué de ello? Para mí muy sencillo; porque sin el mar no podría existir vida en la tierra; ya que precisamente por ello; se dice que, “tres cuartas partes del planeta lo ocupan las aguas del mar o mares con que fue dotado”; y lo que curiosamente coincide con la proporción de agua que contienen los cuerpos de los seres humanos.

Y no podría existir vida en “la tierra”, por cuanto ésta sería estéril sin el riego con que la alimenta el mar (todos los mares); los que como “un semen animal preñan la tierra para que “ésta” para los infinitos seres vegetales, para que de ellos nos alimentemos todos los animales, incluido el denominado sapiens-sapiens”; ya que por ese milagro, cuál es la evaporación oceánica, hay agua en la tierra para todo lo demás; y de ahí la enorme importancia y responsabilidad, para que nosotros cuidemos “el mar y la tierra; y no sigamos convirtiéndolos en los basureros en que ya se encuentran y que temerariamente siguen creciendo”.
Por todo ello mis múltiples artículos sobre éste ineludible tema; incluso en una de mis novelas publicadas (“Diálogos con mi amigo el loco” -1998 y edic. agotada), en uno de sus textos se dice lo que sigue:
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“Sí, es curioso ver como, “la madre tierra produce vida y engendra muerte”, ya que existe una lucha titánica entre todas las especies y es digno de admiración todo el drama que ocurre a ras o en el interior de la capa mínima de tierra fértil; también se reciben unas positivas y extrañas fuerzas vitales, cuando consigues llevar a buen término un cultivo y logras recoger tu cosecha, máxime cuando comes los alimentos que tú mismo has producido; ello es de un gran placer, si bien es sencillo y simple, pero al propio tiempo inexplicable en profundidad, simplemente, “se siente y basta”.
Sí, es posiblemente la mejor medicina para el hombre “que llegó lejos” y luego vuelve al origen de todo lo material y comprueba por sí mismo, que no es una maldición “el ganar el pan con el sudor de la frente”, se sufre mucho más ganándolo con “el sudor de la mente” (dijo y continuó). Es una enorme lección ver la tenacidad de la tierra por producir, la tenacidad de las plantas parásitas por invadir los cultivos, la lucha de las plantas cultivadas por fructificar y producir sus frutos ante las parásitas y los parásitos (insectos) que por ser “salvajes o silvestres”, están mucho mejor dotados para atacar y destruir, “lo domesticado por el hombre”; de ahí la lucha constante que mantiene el hombre ante la tierra, los elementos atmosféricos y las plagas y a pesar de todo… “sobran alimentos”. Es maravilloso enfrentarse a la ardua vida del hombre agricultor “padre de todas las civilizaciones”; ya que ese hombre fue “el primer intelectual humano”, puesto que fue el que pudo atesorar alimentos para que las mentes despertasen, ya que un hombre hambriento solo piensa en comer… “el drama del hombre empieza precisamente cuando llena su estómago y empieza a pensar en el cómo, el cuándo y el porqué de todo cuanto le rodea”, así es que hasta Cristo se equivocó en alguna de las “bienaventuranzas”, sobre todo en aquella en que dice que serán bienaventurados los que tengan hambre, ya que serán hartos. Y lo malo, “lo terriblemente malo, es cuando “las hambres físicas se han saciado”, ya que entonces –solo entonces- empiezan “las hambres del intelecto” y esas son insaciables; así es que, “bendito sea muchas veces el sudor de la frente”, ya que con él se cansa el organismo, se duerme bien y se piensa menos, cosa ésta bastante necesaria en bastantes períodos de tiempo de muchos seres inquietos y que como dije antes, padecen, “el arduo trabajo que produce el sudor de la mente”…?
Aquel extraño “enfermo residente” acabó su disertación en este punto”. (Después y antes, hubieron y siguieron otros muchos diálogos entre locos de aquel singular “manicomio”, donde un loco y su amigo (que también esta “majareta”, disertan y hablan de muchas cosas de “este mundo loco”).

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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