No más Mentiras

Antonio García Fuentes

¿A qué van a la política… sólo a trincar?

¿A qué van a la política?

Es la pregunta que nos hacemos muchos, viendo la irresponsabilidad, cuando no la total impunidad del gobernante que llega al poder con exceso del mismo y abusa sin escrúpulo alguno. Alguno y tras ser echado del mismo por delitos que llegan a los tribunales; ya incluso en la cárcel, tratan de volver a ese poder que le obligaron a dejar (caso de hoy en Brasil) como delincuente juzgado y condenado.
¿Por qué las figuras señeras no quisieron o usaron el poder que tuvieron en las manos o al alcance de las mismas? Y en estos últimos incluyo a Jesús de Nazaret, a Gandhi, a Nelson Mandela y a Martín Lutero King; que en realidad todos ellos fueron influenciados por el primero y el “Cristianismo” que “El Galileo” preconizó. Entre esos cuatro líderes “naturales”, hay que incluir como uno más, a Mahoma, que pese a ser diferente, puesto que impuso no una religión sino un sistema de vida completo, también terminó en el fracaso actual y que hoy muestra el denominado “mundo árabe” con sus eternas luchas intestinas y sus masivos derramamientos de sangre, así como el fanatismo que sigue envenenando a muchos de sus seguidores.

Visto por la óptica de quién esto escribe, “el poder causa miedo y en muchos puede que miedo terrible”, puesto que el poder, es como esa fuerza que contiene infinidad “de cabezas” (“se simboliza con la estampa griega de la Hidra”) y por tanto, resulta incontrolable por el mejor de los dotados; y a la propia historia escrita me remito y los fracasos obtenidos por todos los sistemas de poder y gobierno.
El primero de los fracasados, podemos considerar que lo fue propio Cristo (también le ocurre igual a Buda) el que marca un camino, con su propia conducta y nos deja el “Sermón del Monte” que es su legado o doctrina a seguir; pero que la realidad es la que hoy vemos, donde “cientos de sectas”, viven y perviven, erigiéndose como seguidoras del mismo; pero cada cual “a su aire y sus normas”; no se entendieron nunca, ni antes ni ahora; cada cual defiende a “su Cristo” y mantienen sus negocios, puesto que todas ellas subsisten con el poder que les da el dinero que recaudan y los negocios que controlan; aquello de que “mi reino no es de este mundo”, fue olvidado totalmente; y en este se vive y progresa sobre todo, teniendo dinero y cuanto más mejor.
No hablemos de los innumerables “iluminados individuales”, que con “el rebaño” que cada cual logra, se sitúa en una vida cómoda o comodísima, sabiendo inculcar en todos sus seguidores, que “después de Dios” es él, el que manda y dispone en todo lo concerniente a la vida en este planeta; por tanto “sus siervos” a trabajar para él y sin pedir nada a cambio, puesto que para ello “es él el verdadero enviado de Dios”.
Así pues “en general, a la política van todos los que pretenden, obtener dinero; dinero fácil y en gran cantidad, para lo que si llega a ciertos grados de poder, tendrá los suficientes medios para hacerse con él, ya que para ello, será ayudado por otros parecidos a él, que conchabados, sabrán unirse y repartirse el botín de la forma más conveniente y de forma en que todos queden indemnes y sin responsabilidad alguna; para lo que ya se encargarán de promulgar “leyes a medida de sus intereses”, aunque estas perjudiquen o sojuzguen a la población que dicen gobernar.
En la política y una vez obtenido el poder, aparte del saqueo individual imponiendo impuestos a diestro y siniestro; están todos los bienes materiales con que cuenta cualquier territorio y que son susceptibles de ser vendidos a quienes precisan o pretenden ellos; cosa que se hace sin consecuencias para quienes así comercian con bienes ajenos, arruinan países y mantienen en la miseria a sus habitantes, lo que ha producido el movimiento de masas desarraigadas en los últimos tiempos y lo que crea cada vez más conflictos, ante la indiferencia de esas minorías “dominantes”, que son los verdaderos culpables de todo ello.
Así es como yo veo la política y el poder desde que aprendí a pensar y deducir por mí mismo; por tanto y como ser humano que soy, puedo cometer error o errores, pero la verdad, “viendo el panorama creo que acierto en gran medida”.
La gran desgracia del ser humano es el miedo, o los miedos que va a sufrir a lo largo de toda su vida y que quizá por ello, estos le hacen obrar de la forma en que obra, puesto que y como deducí hace ya mucho tiempo… “el motor de la vida es el miedo” y sobre todo, el no saber controlar las ambiciones materiales desmedidas y que llevan a las situaciones que padecemos.
¿Cómo cambiar a mejor? Ello es de tal dificultad que analizando los “pocos” miles de años en que el ser humano escribe su historia en este planeta, ello será muy difícil; por tanto, bien haríamos cada individuo en tratar de “cambiarnos nosotros mismos” y no esperar a que cambie “el vecino de enfrente”; es el ejemplo y la propia voluntad lo que logrará ello, nunca la fuerza o imposición de gobernante o tirano, logrará otra cosa.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

Lo más leído