No más Mentiras

Antonio García Fuentes

El trabajo cotidiano y la pereza

El trabajo cotidiano y la pereza

Me permito titular así, las reflexiones de un sabio estoico que lo tuvo “todo” y que hace casi dos milenios, escribió tanto y tan bueno, que una prueba de ello es el texto que sigue:
“Por la mañana, cuando tengas pereza de levantarte, reflexiona de este modo:
Tengo que trabajar y cumplir mi deber como hombre; por eso es preciso levantarme. ¿Acaso he de ir en contra de mi voluntad a las ocupaciones de este mundo y para las cuales he sido creado? ¿He nacido, quizá, únicamente para permanecer envuelto entre mantas al dulce calor del lecho? Bien; pero esto es más agradable -dirás tú-. ¿Pero es que has recibido el ser sólo para disfrutar de los placeres o trabajar y hacer algo útil? ¿No ves como las plantas, los pajarillos, las hormigas, las arañas, las abejas, se entregan a sus tareas para contribuir por su parte a la perfecta armonía del mundo? ¡Y tú te niegas a cumplir tus deberes como hombre y eludes el trabajo que la naturaleza te prescribe! –Sí pero es necesario también el descanso –dirás tú-. No cabe duda. La naturaleza ha puesto límites, sin embargo, a esta necesidad, como los ha puesto a la de comer o beber. Pero tú traspasas estos límites, y vas más allá de la necesidad; mientras que en lo referente al trabajo obras de otro modo y no haces ni siquiera lo necesario. Y es que no te aprecias a ti mismo, porque si supieras apreciarte harías con gusto lo que tu naturaleza te ordena. Los artistas que tienen pasión por su arte, consagran toda su vida a la obra y se privan de baños y alimentos. ¿Acaso haces tú tanto caso de tu naturaleza como un cincelador de su industria, o un pantomimo de su juego, un avaro de su dinero, o un petimetre de lo que halaga su vanidad? Cuando éstos se interesan por algo no piensan ni en comer ni en dormir, sino en llevar a buen término lo que traen entre manos. ¿Y vas a dar tu menos importancia a los actos útiles a la comunidad y a dedicarles menos cuidados?
¡Cuán fácil es desterrar del espíritu y borrar en él todo pensamiento que turba o importuna el alma y recobrar en un instante la calma perfecta!
En tu dignidad está el hacer y decir siempre lo que conviene a tu naturaleza. No te preocupes de los juicios y las calumnias de otro. Si lo que has de hacer o decir es bueno, no creas jamás que es indigno de ti. Si los demás hablan a su modo y tienen sus sentimientos personales, no te importe; no hagas caso de ellos. Sigue siempre la buena senda; déjate guiar por tu propia naturaleza y por la naturaleza común. Tanto para la una como para la otra sólo hay un camino.
Yo no me apartaré de la senda de los deberes que me prescribe la naturaleza hasta que no sucumba y encuentre el reposo, hasta que no exhale mi postrer aliento en esta atmósfera que respiro todos los días”.
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Extraído de los pensamientos de Marco Aurelio: Sabio estoico y emperador romano 121-180 después de Cristo.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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